Comfort food, el gusto por la comida sencilla

EDICIÓN 485

Fotografías: Shutterstock.

Los platos caseros que evocan nuestra infancia están en tendencia. Son recetas tradicionales que nos conectan con los momentos más emotivos de nuestro pasado.

¿Recuerdan cómo era desayunar en casa de los abuelitos? Cualquier alimento, por simple que fuera, tenía ese gusto especial que nos da lo confortable, lo conocido, lo que se prepara con sencillez, pero con mucho amor. Al pensar en ello, inevitablemente nos llega la nostalgia de nuestros mejores momentos de la infancia.

Este tipo de comida que nos hace sentir bien se denomina comfort food. El término se acuñó por primera vez en Estados Unidos en los sesenta, aunque tomó un nuevo auge en la década de los años 2000. En aquel entonces llegó un elevado número de inmigrantes y la idea de este concepto era brindar a estas personas la gastronomía “casera” de sus orígenes, la cual se extraña y se valora todavía más cuando se vive en otro país.

La comida italiana, mexicana y asiática protagonizan el comfort food estadounidense, ya que ciertos platos típicos de estos lugares han logrado trascender el país y se han convertido en comida recurrente en casi cualquier parte del mundo. ¿A quién no le gusta saborear una pizza italiana, unos tacos y burritos mexicanos o una sopa de fideos ramen asiática?

En España, por ejemplo, la tendencia comfort food pretende revivir platos de antaño. No importa si las recetas son dulces o saladas. De lo que se trata es de alimentar alma y cuerpo. Qué tal un pedazo de pastel de la abuela o un chocolate con churros para reconfortar un corazón roto.

Estos platos simples, pero tradicionales, forman parte del recetario español de las familias, que ha ido pasando de padres a hijos, a través de las generaciones. El regreso a los platos reconfortantes tiene más adeptos en invierno, cuando son muy apetecibles las sopas (por ejemplo, la de ajo), los huevos fritos con papas, los potajes de garbanzos o las lentejas con chorizo. Entre los postres destaca el arroz con leche y las típicas magdalenas para desayunar. Los restaurantes que ofrecen estas opciones han proliferado en toda España.

Esta tendencia también ha llegado al Ecuador, en concreto, a Quito, donde podemos encontrar un establecimiento pionero que, por ahora, es el único en brindar comfort food. Se trata de María La Panadería, un lugar que apuesta por “traducir la parte que crea familiaridad y nostalgia con la comida para darle funcionalidad”, según Ana Villota, copropietaria e impulsadora de este negocio junto a su pareja, Kevin Fietek.

María La Panadería ha buscado la forma de “conjugar los precios cómodos de lugares más caseros, conocidos como huecas o agachaditos, pero con alta calidad”, explica Ana Villota. Este plus viene dado no solo por la dedicada elaboración, sino también por el tipo de alimentos que utilizan, en su mayoría orgánicos.

Un viaje a los rincones de la memoria

Así define un artículo de Vogue España el efecto que produce la comfort food. De ahí que, según lo menciona Villota, para las nuevas generaciones, comfort food significa “volver a lo de antes con lo de ahora”. Esta añoranza desde lo gastronómico “se ajusta perfectamente a la moda de lo vintage, de la sostenibilidad y el respeto al medioambiente”.

Un plus adicional de esta tendencia alimenticia es que permite saber de dónde vienen los productos, lo cual brinda garantía de tranquilidad, desde el punto de vista de salud. No olvidemos que el Ecuador está entre los países con las tasas más altas de enfermedades causadas por el consumo de alimentos en mal estado o que no cumplen con las normas sanitarias.

María La Panadería se surte de vegetales frescos y orgánicos de productores de la zona, como los que le suministra Granja y Huerta Orgánica Miravalle, que ya lleva quince años de existencia. La propietaria, Elvia Sangucho, explica que desde hace más de una década cuentan con una certificación orgánica avalada por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).

No es comida chatarra

Es importante diferenciar comfort food de lo que entendemos por comida rápida, tipo “chatarra”, también llamada “comida basura”, que es dañina para la salud, porque tiene una cantidad mínima de los nutrientes que necesita nuestro organismo, pero presenta un alto índice de grasas, azúcares, sales y colesterol. Un ejemplo de ello son las papas fritas, hamburguesas, alimentos cocinados con exceso de aceite, las golosinas y las bebidas con gas. Además, esta comida, que es el paraíso para nuestras papilas gustativas, no es muy recomendada por su gran cantidad de aditivos para mejorar el sabor, color, textura y conservación.

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