EDICIÓN 486

La startup ecuatoriana Kajkao transforma los residuos de la fruta en cuero, plástico y paneles.
¿Imagine vestir una cartera o zapatos de cacao? En Kajkao apuestan por esa posibilidad desde hace tres años. Esta empresa ítalo-ecuatoriana, conformada por dos arquitectos y dos diseñadores, pretende dar una segunda oportunidad a los desechos del cacao y convertirlos en materiales útiles y hermosos.
Pero no solo eso, detrás está todo un plan de economía circular que involucra a los cacaoteros ecuatorianos en la cadena de producción, pagándoles un precio justo por su trabajo y haciéndolos partícipes de cada logro.
Así lo explica a Mundo Diners una de las fundadoras de Kajkao, Carla Anderson, para quien el principal compromiso del proyecto es “mejorar la calidad de vida de las personas, de la parte principal de la cadena que son los campesinos y los productores”. Para ello plantean crear soluciones “que generen un impacto sistémico en la parte social, económica y ambiental”.
Una idea
Durante sus investigaciones y trabajo de campo, notaron que casi el 60 % del cacao se desperdiciaba, es decir, sus desechos eran desaprovechados pero, además, afectaban la productividad de la tierra al no ser tratados adecuadamente.
Es así que decidieron tomarlos y convertirlos en su materia prima. Tras cientos de ensayos, desarrollaron tres productos con éxito: tableros o paneles, cuero y plástico de cacao. Un dato importante es que trabajan en “producción cascada”, es decir, los desechos de un producto son la base del siguiente con la idea de tener “cero residuos”.
Hoy realizan pruebas a escala industrial para determinar cuál será el producto mínimo viable que introducirán al mercado, sin embargo, apostarán inicialmente por dos: los tableros y el cuero. También deben definir si es mejor producirlos en el Ecuador y exportarlos o maquilar en otro país manteniendo la materia prima ecuatoriana.
Un proyecto que trasciende
Anderson afirma que el “mercado natural” de Kajkao está en Asia y en Europa, que son zonas “que llevan un tiempo más preocupadas sobre cómo vivir con sostenibilidad, cómo generar menos impactos a nivel social y ambiental”.
Los paneles, por ejemplo, podrán usarse como revestimientos, para acabados de interiores u ocuparse como parte del mobiliario; mientras que el cuero se destinará a indumentaria, como carteras, zapatos, chaquetas…
En Kajkao aún están definiendo el mercado al que se quieren dirigir, pueden ser diseñadores y arquitectos que estén construyendo con principios de sostenibilidad, así como empresas de retail que quieren trabajar con este material, “pero por ahí queremos aterrizar”.
Trabajan con cacaoteros de Esmeraldas y de la Amazonía, a quienes les van demostrando poco a poco que todo puede utilizarse, que los desperdicios pueden tener una segunda oportunidad y que, además, les pueden generar ingresos.
De acuerdo con sus cálculos, de 600 toneladas de desechos obtienen alrededor de doce mil metros cuadrados de tablero y unos diez mil de cuero o plástico. Pero lo más importante es que Kajkao apuesta a un consumo más consciente que, además, pretende ser sostenible a largo plazo, mejorando la calidad de vida de cientos de campesinos.
Así que no se admire si en poco tiempo las pasarelas del mundo se llenan de carteras o zapatos hechos con el mejor cacao del mundo: el ecuatoriano.
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