En galerías, salas interactivas y espacios al aire libre, discurre la infinita senda de la sexualidad humana.
Un recorrido transgresor, irónico y desafiante se muestra en diferentes tipos de exhibiciones alrededor del mundo, a manera de deambular por la historia de la sexualidad, la perversión, la experimentación y la complacencia humana.
Son experiencias que retan la imaginación y lo hacen sin tapujos, con un halo de complicidad con la intimidad y también con un innegable compromiso artístico.

Jeju Loveland
La isla Jeju, al suroeste del territorio continental de Corea del Sur, es un sitio muy singular, por su extraordinario paisaje de cuevas y túneles de lava multicolor, así como por las buceadoras, muchas de ellas octogenarias, que se sumergen en el océano, sin ayuda de máscaras de oxígeno, para recolectar mariscos.
También es uno de los lugares favoritos para ir de luna de miel en el país asiático. Y es ahí que tal vez esa racha amorosa también cobra otro sentido con el parque temático Jeju Loveland, donde “la imaginación puede volar”.



Un centenar de esculturas eróticas, muchas de ellas de enormes dimensiones, están desplegadas al aire libre y si bien la temática sexual y romántica es el rasgo predominante, también lo hace el valor artístico de cada una de ellas.
El parque, que funciona desde 2004, también incluye dos espacios expositivos dedicados a una colección de juguetes para adultos y obras de arte relacionadas con la sexualidad.
Museo del Sexo de Ámsterdam

Ámsterdam es la meca de la libertad sexual y, como es natural, alberga un museo que se explaya en la historia de la sexualidad a través de los siglos.
Venustempel, más conocido como El Templo de Venus, abrió en 1985, en un edificio del siglo XVIII, y justifica su razón de ser en que el sexo es “lo más natural del mundo” y también “el tema más histórico del mundo”.

Casi como un presagio del éxito que tendría, ya que recibe unas 500 000 visitas al año, en sus cimientos fueron hallados objetos eróticos: un fragmento de un azulejo azul de Delft con la representación de una erección y una figura del dios griego Hermes con un miembro enorme.
Entre un laberinto de pasillos y galerías muestra horas de placer a través de una extensa colección de objetos, imágenes y pinturas que representan varias culturas y épocas. Un abrebocas se muestra en un tour virtual.
Museo Mundial del Arte Erótico de Miami
El museo WEAM (por su sigla en inglés) fue fundado en 2005 por la coleccionista de arte Naomi Wilzig (1934-2015), quien comenzó a reunir documentación histórica y obras eróticas en la década de 1980 “con pasión y una curiosidad desinhibida”.
Los objetivos de este museo son contribuir al conocimiento del arte erótico en la historia y preservar obras de alto perfil “por su calidad y diversidad cultural”. La colección (www.weammuseum.com) abarca más de cuatro mil obras de arte internacional, que van desde el año 300 a. C. hasta el presente.
Sus salas reflejan múltiples manifestaciones artísticas como art déco, surrealismo, realismo, arte popular y arte gay, así como áreas dedicadas a culturas específicas como la africana, la asiática, india y tibetana, entre muchas otras temáticas.
Entre sus atracciones figuran “La habitación gay” en la que se destaca una escultura dorada gigante de un pene erecto, una sala dedicada a la mitología griega con “Leda y el Cisne” y criaturas mitad hombre y mitad animal, y una exhibición de fotografías de Marilyn Monroe.

Museo del Sexo de Nueva York
Llamado comúnmente MoSex, abrió sus puertas en 2002 con la misión de preservar la historia, evolución y significado cultural de la sexualidad humana. A mediados de este año se inaugurará una filial en Miami.
Exposiciones, atracciones, conferencias y publicaciones promueven “un discurso abierto y sin trabas en torno al sexo”, mientras el despliegue inmersivo por sus galerías toma aproximadamente una hora y media.


La colección permanente consta de más de veinte mil objetos de diferentes continentes, culturas y épocas: obras de arte, fotografías, vestuario, disfraces e invenciones tecnológicas. También cuenta con una biblioteca de investigación y un área multimedia.
El clímax llega con un formato interactivo y sensorial (Super Funland: Journey into the Erotic Carnival) que aúna ingredientes eróticos inimaginables: besos biométricos, “un adivino erótico”, un paseo en 4D por el túnel del amor, un toro mecánico erótico, un dispensador “de pociones del amor”, un castillo inflable con formas mamarias y el espectáculo “caleidoscopio erógeno”, entre otras opciones de diversión.
Museo de Máquinas Sexuales de Praga
Seiscientos metros cuadrados de exhibición están dedicados a más de 350 artefactos en el Museo de Máquinas Sexuales de Praga, en República Checa, que funciona desde 2001.
Tan increíble es su especialidad como su ubicación en un edificio histórico del siglo XVII en el corazón del casco antiguo de la ciudad. La colección procede de diversas partes del mundo y está estructurada de manera tal que el visitante “deambula entre la curiosidad, la historia y la perversión de la sexualidad humana”.

Los encargados del museo aseguran que es único en su tipo. Entre las curiosidades figura una réplica de una antigua sala de cine en donde se proyectan películas eróticas, en blanco y negro, de principios del siglo XX; artefactos eróticos patentados, pero que no llegaron a fabricarse, y todo tipo de artilugio para reprimir o desatar el placer.
Y también llaman la atención una caja mágica al estilo de los Peep Shows, columpios y muchísimos juguetes.
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