Una botella se vuelve arte cuando lleva perfume dentro

Así como la comida, las fragancias pueden entrar primero por los ojos antes que por el olfato. Un frasco atractivo e impactante es la mejor presentación de un perfume.

El perfume refuerza la personalidad de quien lo usa, esa es prácticamente su función: hacer más evidente la presencia de las personas, y muchas veces el diseño del envase determina la trascendencia de una fragancia.

Diseñar una botella de perfume es casi una obra de arte, pues algunas se vuelven icónicas y permanecen en el imaginario cultural por décadas. Ya lo dijo el famoso diseñador y perfumista Jean Paul Gaultier: “El perfume es la forma más intensa del recuerdo”, por lo que su empaque debe estar tan bien hecho como para atrapar al consumidor únicamente al verlo.

Pero no solo se trata del diseño, pues detrás de cada botella hay un concepto, connotaciones que sus creadores se propusieron transmitir. Precisamente uno de los que reúne estas características es el famoso perfume de Gaultier, quien en 1995 lanzó al mercado la fragancia masculina Le Mâle, cuyo envase recrea un torso masculino, específicamente el torso de un marinero, ¿ya le vino la imagen a la cabeza, verdad? Según el sitio oficial del diseñador, la intención fue mostrar “una visión inconformista de la masculinidad”, pero a la vez “un símbolo de aventura, independencia y libertad”. Tal fue el impacto del diseño que, un cuarto de siglo después, cinco botellas de Le Mâle son vendidas cada minuto en el mundo.

Para las mujeres, en cambio, Gaultier diseñó Classique, usando el mismo concepto: recreó la figura femenina para transmitir la idea de un “perfume sensual y cautivador, para seducir y tener a todos a tus pies”. Es un tributo a la mujer. No es una insinuación o representación implícita, sino que es el cuerpo de la mujer en todo su esplendor. Y si bien los envases de estas fragancias han tenido variaciones, aún mantienen su estilo original.

La revista especializada Design JG explica que existen grandes diferencias entre los diseños de un perfume femenino y uno masculino. En el caso de las mujeres, se suelen buscar valores como la sensualidad y la dulzura que se plasman en colores pastel y dorados con formas muy sutiles, mientras que en el caso masculino, predominará el color plata con negro y azules para representar seguridad y un espíritu aventurero.

Pero el diseño de envases de perfume es todo un mundo en el que se puede navegar visitando el site de la Asociación Internacional de Frascos de Perfume (IPBA), que es la organización mundial más grande de coleccionistas, comerciantes, historiadores, tasadores y especialistas en frascos de perfume. Allí se pueden apreciar las botellas con los más curiosos diseños, como aquella con forma de un diminuto pescado amarillo esmerilado dentro de una caja de seda que data de 1918. La marca es D’Orsay Bonjour y uno de sus ejemplares puede llegar a costar hasta diez mil dólares en una subasta, pues es la única manera de encontrarlos. Otra botella peculiar es la de Lila Cleopatra, diseñada por Josef Schmidt en 1930, cuya estructura evoca la silueta femenina, con flores incrustadas al inicio de la botella.

En sí lo que más hay es variedad, algunos tienen forma de campana, de arpa, de estrella, de sirena, de gato, de cisne, de caballo de mar, de leopardo, de manzana, de cabeza de bufón, de daga, de dragón… la creatividad humana encontró en las botellas de perfume un nuevo nicho para emerger. Tanto así que incluso existe un concurso anual de diseño de botellas de perfume. La convocatoria 2021 ya fue lanzada y es un certamen que está abierto a cualquiera que diseñe y cree un frasco de perfume original o un boceto de frasco de perfume original, puede ser de cualquier material (vidrio, metal, cerámica, etc.). La convocatoria está abierta hasta el 31 de marzo de 2021 y si tiene dudas puede escribir a:

vicepresident@perfumebottles.org

El más icónico de la historia

Revistas de moda así como encuestas mundiales coinciden en que Chanel N°5 es el perfume más icónico de la historia. Cuando le preguntaron a Marilyn Monroe qué llevaba puesto el día en que la fotografiaron para ilustrar un célebre almanaque, ella respondió con ingenio: “Chanel N°5 y la radio”.

Ernest Beaux creó este perfume para Gabrielle Chanel en 1921. Su nombre proviene del número de la propuesta que el perfumista presentó y que finalmente fue aceptada. El frasco es bastante simple, contrasta con las barrocas botellas de la época, consiguiendo así un packaging que se ha mantenido en el tiempo. Es “un perfume de mujer con olor a mujer”, tal como lo pidió Chanel. (Ángela Meléndez)


Edición 463-Diciembre 2020

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