Por Rafael Lugo
Ilustración: Tito Martínez
Edición 457-Junio 2020
Además de matar a Dios, el sabio Friedrich Nietzsche escribía poemas de inusitada sensibilidad que hablan a gritos de su desesperada y tumultuosa lucidez. En el prólogo de su libro de poemas que tengo en mis manos, escrito por Virginia Careaga, he dado con una frase de Friedrich Schlegel: “Solo puede ser artista quien tenga una religión propia, un punto de vista acerca de lo infinito”.
No me siento un artista, pero esta frase me ha dado permiso para decir lo que siento en esta época en que las tragedias de otros hacen que los acomplejados y los extremistas de la corrección política quieran quitarte el derecho a vivir la vida que tienes.
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