Por Anamaría Correa.
Ilustración: María José Mesías.
Edición 463-Diciembre 2020.

¡Facebook es inteligentísimo! Nos da lo que no sabíamos que necesitábamos. ¡Larga vida al algoritmo! O no…
Facebook últimamente anda empeñado en mostrarme una cara deforme de nuestro país. Como la red me conoce mejor de lo que yo me conozco a mí misma, me apareció una publicidad de elaboración de tesis de maestría y doctorados. Claro, es que estoy atrasadísima en el doctorado. No me alcanza el tiempo, ni siquiera en la eterna pandemia. ¿Cuándo estará la bendita tesis? Facebook ya sabía hace meses que no lo sé.
La red social solo estaba siendo generosa con mi proyecto de vida y yo, la malagradecida. Se me garantizaba una tesis al instante. Como quien vende camisetas a medida, la publicidad ofrecía tesis doctorales, de maestría, artículos salidos del horno para mandar a una revista científica y otros manjares de la ardua vida del estudiante doctoral hechos a la medida de los requisitos de la universidad o la revista que se necesite. Si no me creen, véanlo ustedes mismos:
La publicidad reza así (sic): “Últimos días de la súper promoción, a petición de nuestros clientes hemos extendido nuestros precios promocionales hasta agotar espacios disponibles. Tesis pregrado: $300 de contado. Tesis posgrado: $600 de contado. Tesis doctorado: $900 de contado (consultar para tesis especiales, express o con tema) Descuentos especiales para grupos de más de cinco personas (tesis distintas). Aceptamos tarjeta de crédito a nivel nacional. Somos Tesis del Ecuador, una empresa dedicada a la elaboración de: Tesis de tercer, cuarto nivel y doctorado en todas las áreas. Todo tipo de proyectos y trabajos de titulación. Ajuste de niveles de plagio. Aplicación de la norma exigida por la universidad. Nuestra misión es brindar servicios de calidad y apoyo a nuestros clientes en su desarrollo y consolidación profesional, bajo la optimización de tiempos y recursos en la elaboración de sus trabajos… Cumpliendo siempre con nuestros compromisos y expectativas generando la mayor satisfacción del mercado con nuestros trece años de experiencia. Todas nuestras tesis se realizan bajo un contrato de realización para garantizar la seguridad de nuestro cliente y entregamos factura”.
¡Entregamos factura! ¿En serio entregan factura? El algoritmo definitivamente se ensañó conmigo. Una ira descomunal me poseyó. Cuando llevo años de lecturas infinitas, neuronas y pestañas quemadas y angustia existencial casi cada día, se me vendía un pequeño trajecito a medida, hasta con factura del SRI, tiempo récord y sobre todo bajo la garantía de que mi trayectoria profesional iría viento en popa. ¡Vaya si hemos estado desinformados en el mundo absurdo de la academia! ¡Qué bobazos! Invirtiendo años de nuestra vida en formación académica para hacer alguna contribución científica, cuando por estas tierras se lo puede hacer en tiempo récord y por novecientos dólares sin sangre, sudor ni lágrimas.
Por las mismas copié el teléfono de Tesis Ecuador y escribí al contacto. Les voy a denunciar, les advertí. ¡Lo que hacen es ilegal, es plagio, es copia! Lo más sorprendente fue la respuesta: deje de insultar. Pare los insultos y deje trabajar.
Sí, ellos tenían razón, la equivocada era yo. Por estas tierras no existe tal concepto como cara deforme o más bien la deformación es el modus operandi normal. Nuestras más altas autoridades tienen sus peachedes de empresas como estas y yo escandalizándome. ¡Vaya ingenuidad!