Andaba siempre con un libro en la mano, no le gustaban los bailes ni las conversaciones frívolas y odiaba la música fuerte. Era una chica rara. Pero tenía un talento matemático excepcional, por lo que fue reclutada para una misión secreta de cuyo cumplimiento podía depender el resultado de la Segunda Guerra Mundial. Nada menos. Escucha el pódcast