
Ciudad de Dios, el filme brasileño más taquillero de la historia, cuenta la infancia y juventud de varios habitantes de la barriada del mismo nombre, en Río de Janeiro. Relata el génesis del crimen organizado, siguiendo sobre todo las vidas de dos personajes: el hiperviolento Zé Pequeño y su amigo cercano, Buscapié, que más que delincuente es un observador que provee una narración en off que nos ayuda a entender quién es quién.
Hay cerca de cien personajes con diálogos en esta película de Fernando Meirelles y Kátia Lund, pero hay uno magnánimo, ensordecedor e inolvidable: la favela donde se desenvuelven los hechos. La Ciudad de Dios es un barrio real, creado en la década de los sesenta, en los límites de la gran ciudad, con casas de bloque remendadas según la necesidad, calles aún sin desagües, caos y violencia en cada esquina. Allí, todos los niños aprenden a defender su vida con arma blanca desde muy temprano. Sus primeras letras son las del hurto pequeño en los negocios del barrio. Su primer asesinato se dará, sin duda, antes de su primera comunión. Para el momento de su confirmación estarán en la primera línea de choque de alguna mafia local. Si llegan a la mayoría de edad será un milagro.
En ese ambiente vive y actúa delinquiendo y propinando justicia o injusticia por su propia mano Zé Pequeño, y varios compinches y rivales. Buscapié, en cambio, evita ser involucrado en el mundo del crimen. Gusta de la fotografía y se convierte en fotógrafo de un periódico local, documentando la violencia de su barrio.
Meirelles y Lund retratan todo esto con una intrincada narrativa, con una cámara en permanente movimiento y una edición vertiginosa que, en una pantalla grande, como aquellas de los cines de antaño, provoca vértigos y vapores al espectador. La inmersión de los directores en la favela es total. Todo es mostrado como la realidad establece. Todos los personajes son interpretados por los propios habitantes del barrio.
Su efecto, a partir del estreno en 2003, fue contundente. Premios, nominaciones y largas filas en los cines de casi todo el mundo. Varios de los jóvenes actores lograron fama. Meirelles pasó a Hollywood, donde dirigió varios filmes. Se produjo un documental, que se puede ver en Netflix, sobre la vida, diez años después, de los muchachos de la favela que actuaron en la película. Y lo más sorprendente: se empezaron a organizar tours especiales a las favelas para que los turistas puedan conocer “la vida real”.
Ciudad de Dios, por su realismo y por los jóvenes protagonistas extraídos de la barriada, permanece hasta hoy, no solo como una gran película, sino también como un registro oral y visual de la vida peligrosa en ese lugar de América Latina.


La ciudad de Dios
• Guion de Bráulio Mantovani, basado en la novela de Paulo Lins.
• Protagonizada por Alexandre Rodrigues, Leandro Firmino da Hora, Alice Braga.
• Nominada a cuatro Premios Óscar e incluida como una de las seis mejores películas de acción de la historia del cine por el periódico The Guardian.
• Se creó la serie televisiva Ciudad de hombres, con varios personajes del filme original.