He aquí diez hechos sobre su fama como obra cumbre de la arquitectura del siglo XX y escenario del espectáculo mundial.

• El arquitecto danés Jørn Utzon ganó en 1957 el concurso internacional de diseño del edificio de la Ópera de Sídney para el que se presentaron 223 propuestas de veintiocho países. Se retiró del proyecto en 1966 (en medio de un debate público por costos y ejecución) y fue reemplazado por el arquitecto Peter Hall.
• De las ideas originales de Utzon, la más compleja fue lograr los techos de arcos abovedados con conchas de hormigón que simulan las velas de un barco, cuyo revestimiento se hizo con más de un millón de tejas de arcilla y piedra triturada, fabricadas durante tres años en Suecia.
• Tras catorce años de construcción y la participación de diez mil trabajadores, la Ópera de Sídney se inauguró el 20 de octubre de 1973. El costo final fue de 102 millones de dólares, catorce veces más del presupuesto inicial.
• La edificación que parece flotar en el puerto marítimo de la capital del estado de Nueva Gales del Sur se convirtió en símbolo de la Australia moderna.
• “Esta grandiosa escultura urbana ha ejercido una influencia perdurable en la historia de la arquitectura”, señaló la Unesco al declararla en 2007 como Patrimonio Mundial.
• En sus seis recintos se celebran funciones de ópera y ballet, conciertos, artes escénicas y prácticas culturales indígenas australianas. La sala de conciertos, con 2670 asientos, es el corazón de la edificación y en presentaciones de la Orquesta Sinfónica de Sídney la temperatura en el escenario se mantiene en 22,5 grados para garantizar que los instrumentos permanezcan afinados.
• El órgano mecánico de la sala de conciertos “es el más grande del mundo”: quince metros de alto, trece metros de ancho y ocho metros de profundidad. Consta de 10 244 tubos ubicados en 201 filas.
• Se ha convertido en uno de los epicentros del espectáculo mundial y celebra cada año dos mil funciones que atraen alrededor de 1,4 millones de espectadores. Por turismo recibe más de 10,9 millones de visitantes.
• Junto a luminarias australianas como la Orquesta Sinfónica de Sídney, la soprano Joan Sutherland y la banda Crowded House, por sus escenarios han pasado celebridades que van desde el papa Juan Pablo II, Nelson Mandela y Oprah Winfrey hasta artistas como Ella Fitzgerald, Sting, The Cure, Patti Smith, Bob Dylan, Prince, Ice Cube, Kanye West, Lauryn Hill, Wu-Tang Clan, Beyoncé, entre muchos otros.
• “Cinco décadas después, somos un importante lugar de encuentro comunitario, el centro de artes escénicas más activo del país y una parte integral de Sídney a través de nuestra contribución a la cultura, el patrimonio, la sostenibilidad y el turismo”, señala la institución a propósito de su aniversario.