EDICIÓN 486
Catar, el anfitrión del mundial de fútbol, exhibe un inspirador perfil cultural con colecciones de arte islámico, autos y alfombras.
El museo del jeque Faisal Bin Qassim Al Thani de Catar es una de las joyas museísticas de este pequeño país de la costa este de la península arábiga en el que, además del aprecio por su arquitectura histórica, se destaca la expansión de las bellas artes en las últimas décadas.
El jeque Faisal Bin Qassim Al Thani ha recopilado de sus viajes por todo el mundo una impresionante colección personal de automóviles, barcos, armas, pinturas, muebles, alfombras, monedas, restos arqueológicos y objetos antiguos.
En su país es considerado “un pionero en el campo cultural” y referente de la preservación del patrimonio árabe. Ha reunido objetos únicos y eclécticos que “se conectan con la herencia catarí e islámica desde ángulos nuevos y diferentes”, según destaca la institución que lleva su nombre.
El museo, situado en el municipio de Al Samriya (al oeste de Doha, la capital catarí) y establecido en 1998, muestra esa pasión con más de treinta mil objetos y artefactos en exhibición, entre rarezas y maravillas de distintas épocas y procedencias.
Las colecciones son el reflejo de las culturas del Medio Oriente, del sur de Europa y de Asia, y del norte de África, al tiempo que muestran el alcance de las tradiciones del islam.



El edificio, construido con piedra y enmarcado en dos torres tradicionales que emergen en su diseño arquitectónico, consta de galerías, instalaciones con fines de investigación y educación, y salas equipadas con tecnología de última generación para el entretenimiento.
El hilo temático expositivo abarca doce áreas entre las que se destacan la recreación de una casa tradicional siria procedente de Damasco y otras dos con artículos personales del jeque, así como las salas del Corán y de artes islámicas.
También se exhiben fósiles, espadas y armas, textiles, joyas, monedas antiguas, muebles, instrumentos musicales, pintura y fotografía.
Carruajes, autos de vapor, descapotables, limusinas y camionetas, todos en perfecto estado de funcionamiento. Se roban las miradas entre los más de seiscientos vehículos de esta sección expositiva; muchos de los automóviles antiguos pertenecieron a la realeza catarí.
Otra entidad fundada por el jeque catarí es el Museo de Alfombras, ubicado en West Bay, el distrito comercial de Doha. Esta colección consta de más de setecientas piezas que revelan el arte del tejido a mano más diseños y tintes usados entre los siglos XVII y XX en la confección de estas piezas.
En la muestra figuran exclusivas adquisiciones procedentes de Irán, Turquía, India y Egipto, así como el tejido tradicional beduino de formas geométricas y vivos colores que aún se practica en la elaboración de cojines y tiendas de campaña, precisa el museo.
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