El fin de la tarde, el cerro Auqui y la llegada de la noche se convierten en testigos principales de los preparativos en gastronómicos y musicales en Zíngaro. Un rincón gastronómico en Quito que combina música mundial, un menú que rota como ruleta cada semana y un permanente aire gitano.
Sus aleatorios chefs, jarras de infusiones y cervezas artesanales de este sitio fueron alabados en la reciente reseña realizada por la reconocida revista TIME, al reconocer a la capital quiteña como rumbo turístico obligatorio para 2021.
El olor tierno a pizza al estilo ‘Calabria’ sobrevuela a través de las decenas de focos que cuelgan de allá para acá. Luces que se matizan con las sombras. Mientras, los tacos con tofu al pastor salen listos desde la cocina central.
Es un laboratorio de cocinas nómadas y un centro cultural alternativo. Matteo Rubettino (20 diciembre, 1987) es el director de Zíngaro. Su acento lo delata como nativo de Italia.
Él cuenta a Revista Mundo Diners que su propuesta se basa en ofrecer a sus comensales los más diversos platos de todo el mundo. Ha sido su “sueño de siempre”.
Su deseo llegó al punto ideal de cocción con Zíngaro, donde se entremezcla la cultura, lo experimental, el arte, la música, la comedia y la colaboración entre sus 10 empleados, donde el empoderamiento y motivación mutua es vital.
La clave es “vivir algo diferente todos los días”.
La experiencia de Matteo en la cocina es empírica. Lo aprendió de su familia en la región de Calabria. El corazón y alma de su trabajo gira en torno a las pizzas. Y también su paso por Australia como periodista gastronómico le afloró sus ideas para administrar su propio emprendimiento.
“A 10.000 km de mi casa, necesité reconectar con esa sensación de la gastronomía y comencé a jugar con la cocina italiana, del mundo y me obsesioné con la pizza, porque es un plato con esas características que tiene mi carácter, que nunca es igual y sale alegre del horno”, comenta Matteo.
Sus ganas de emprender por el mundo y una exnovia lo llevaron a parar a Quito, donde ya tiene siete años como residente. Se enamoró de la empatía de los ecuatorianos.
La noche transcurre y Matteo se cuelga unos audífonos y de forma espontánea mezcla desde un balcón sus mejores pistas de house y funk. Un DJ nato.
Los stand up comedy, danzas en vivo, conciertos interactivos, kombuchas, menús de tres tiempos, lecturas de tarot y un aura agitanado se rotan todas las semanas.

Innovadora cocina nómada en Zíngaro
Unos diez chefs se alternan de martes a sábado. Así, cualquier cliente consigue una rica experiencia que no se repite dos veces.
Todos los ingredientes son orgánicos y provienen de mercados locales de Quito. Quesos, pimientos y las carnes son ahumadas de forma natural. Entre las 12 mesas disponibles, crecen plantas de menta, hierbabuena, perejil, apio y matico; usadas en varias recetas maceradas y coloridos cocteles.
El reciclaje juega un rol fundamental y el uso de plásticos de un solo uso es casi inexistente.
Al abrir sus puertas en agosto de 2020, Matteo sostuvo sus sueños a pesar de la pandemia. Zíngaro se ubica entre las calles Alfonso Perrier y Berruecos, en el barrio La Vicentina. Además, cuenta que el local era una guardería hace décadas, según los relatos de los vecinos.
También, realiza talleres comunitarios para enseñar a maximizar el uso de los alimentos, su preservación y recetas para impulsar ideas sobre la sostenibilidad en el comercio rural.
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