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Xavier Patiño exhibe sus ‘objetos geométricos’ en Quito

El artista guayaquileño Xavier Patiño vuelve a Quito con la exposición ‘La medición de las cosas’, que se exhibe en la galería +Arte. La muerte, el ocaso de las revoluciones  y la geometría saltan como tema centrales de esta muestra. 

Xavier Patiño
Xavier Patiño junto a uno de los cuadros de su muestra, en la galería +Arte.

Desde afuera, sobre una vereda de la avenida 12 de Octubre, lo que más llama la atención es una serie de cuadros con cráneos gigantes. Adentro, en el interior de la galería +Arte, lo vistoso son los objetos geométricos de colores puestos dentro y fuera de cada lienzo. 

Durante las últimas dos décadas, las imágenes de cráneos se han convertido en una constante en la obra de Xavier Patiño (Guayaquil, 1961). Dice que pinta calaveras porque quizás es una forma de materializar sus preocupaciones alrededor de la muerte. 

Los objetos geométricos que aparecen junto a los cráneos tienen un origen más reciente en su obra. Hace unos años se topó con 12 cajas llenas de juegos geométricos que su madre había guardado y que él usó durante sus años de escuela y colegio. 

Para la curadora Giada Lusardi, estos lienzos son vánitas contemporáneas. Una referencia a ese género del arte que resalta la vacuidad de la vida. Patiño lo hace con obras que no solo interpelan la mortalidad del ser humano sino la muerte asociada a la utopía de la revolución.  

En estas pinturas, el artista lanza un guiño por su admiración al suprematismo: movimiento artístico enfocado en formas geométricas, creado por Kazimir Malévich. Patiño, uno de los fundadores del ITAE, asegura que el ruso ‘borró de un plumazo’ 2 000 años de representaciones artísticas. 

Los colores de la revolución  

Como muchos jóvenes de su generación, Patiño estuvo a favor de varias revoluciones, entre ellas la cubana. Ahora, convencido del fracaso de esos procesos, solo le interesa una cosa: los colores, el negro y rojo presentes en vestimentas y banderas. 

Por qué esos colores y no otros, se ha preguntado en innumerables ocasiones este artista, que formó parte del grupo La Artefactoría. Sin tener una certeza sobre esa interrogante, decidió en esta muestra crear un ambiente inmersivo donde lo político roza con lo irónico. 

En el piso y en la pared que está frente a la serie de pinturas de cráneos hay obras con formas de figuras geométricas bañadas de negro, rojo y blanco. La misma gama aparece en el resto de piezas que están en la galería, entre ellas una fotografía intervenida. 

Se trata de un trabajo colaborativo entre Patiño, Jorge Aycart y José Andrade, en el que aparece Hélio Oiticica, uno de los artistas plásticos brasileños más innovadores del siglo XX. La imagen fue intervenida con pintura acrílica y collage. 

Para el resto de obras, Patiño utilizó curvígrafos, reglas, niveles, cintas métricas, escuadras, herramientas de medición que encontró en ferreterías y que dentro de la galería disparan reflexiones sobre los sistemas pedagógicos burocráticos donde todo es medible. 

A Patiño siempre le ha gustado jugar con la ironía, las obras de esta exposición no son la excepción. Casi al final de la galería hay un pequeño objeto escultórico, compuesto por una cinta de máquina de escribir intervenida de colores negro y rojo y una lupa. 

Si uno se acerca y mira a través de la lupa puede leer un texto en letras blancas: ‘16 de junio’. No se trata de la fecha de ninguna revolución sino del cumpleaños de Patiño, un gesto que invita a pensar sobre el sentido de la conmemoración de fechas históricas. 

Las obras que reunió para ‘La medición de las cosas’ son una muestra de la victoria del arte sobre el poder y los poderosos. Con nostalgia recuerda que a la revolución no le interesó el arte geométrico y que en Rusia y en Alemania muchos artistas de esta línea fueron perseguidos.

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Xavier Patiño 

A inicios de los ochenta, Patiño fundó el Taller de Pintura junto con Flavio Álava, Pedro Dávila, Jorge Velarde y Marcos Restrepo. En 1982, pasó a integrar La Artefactoría, el colectivo que marcó el pulso del arte en Guayaquil durante esa década. 

Ha realizado 11 exposiciones individuales en galerías y museos de Guayaquil, Quito y otras ciudades del país. Representó a Ecuador en la Bienal internacional de Cuenca-Ecuador y en la Bienal internacional de Tijuana-México. 

Al iniciarse la década del 2000 llevó a cabo su proyecto artístico más ambicioso: profesionalizar a los artistas de la Costa del Ecuador. Así, en el año 2002 fundó el Instituto Tecnológico de Artes del Ecuador (ITAE), el cual dirigió hasta 2013. 

Actualmente es director de la carrera de Artes Visuales de la Universidad de las Artes. En el año 2017, junto con sus compañeros de La Artefactoría, recibió el ‘Premio a la Trayectoria Artística Mariano Aguilera’, considerado el mayor galardón en artes del país.

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