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Sebastián Rodríguez, un ‘astronauta’ en la World Photographic Cup

El ecuatoriano Sebastián Rodríguez está entre los diez finalistas en la categoría Fotografía de Naturaleza, en la World Photographic Cup 2023. Los ganadores se anunciarán el 17 de marzo, en Singapur. 

Lo que se hereda no se hurta. Este refrán popular calza perfecto para entender el origen de la estrecha relación que Sebastián Rodríguez tiene con el mundo de la fotografía. 

Sentado en la sala del Laboratorio Abierto de Fotografía, un estudio ubicado en La Floresta, recuerda que creció cercano al oficio de su padre, un fotógrafo que trabajaba para una agencia de publicidad. 

Sebastián Rodríguez  World Photographic Cup
Sebastián Rodríguez en la sala del Laboratorio Abierto de Fotografía.

Un día, cuando tenía 16 años, su padre lo llevó a ver cómo se hacía la producción para una fotografía. En aquella ocasión vio por primera vez todo el proceso, desde la preproducción hasta el revelado en el estudio. 

Aunque esa experiencia le pareció interesante, su verdadera conexión con la fotografía llegó recién tres años más tarde. A los 19 años, su mamá le obsequió una cámara Minolta X-700. 

Esa cámara, que ahora es parte de su patrimonio, ayudó a que desarrollara su parte creativa. Aún recuerda con detalle y precisión las primeras fotografías que hizo con aquella cámara. 

Me fui al parque Metropolitano, con unos libros que puse en medio de los árboles. Cuando tenía todo listo sucedió algo mágico: se cruzó un venado. Lo increíble es que tuve la suerte de capturar ese momento. 

Sebastián Rodríguez

Paisajista con cámara

A pesar de la pasión que Rodríguez sentía por la fotografía, él decidió estudiar Ingeniería Mecánica. Luego trabajó en su profesión durante algunos años, pero dejó todo por una ensoñación.

Soñó que era un ermitaño, que caminaba solo en medio de una montaña que estaba fuera del país. Al día siguiente renunció y se fue, acompañado de dos amigos, a la Patagonia.

Ese viaje cambió su vida para siempre. Tenían comida para dos semanas, pero se quedaron dos meses. Aprendió a cazar, a bañarse en el río y, lo más importante, a vivir conectado con la naturaleza. 

Imagen del volcán Cotopaxi tomada hace un mes por Rodríguez.

Cuando regresó al país se unió al Club de Andinismo del Colegio San Gabriel y comenzó a subir todas las montañas y nevados del país. 

Su primera cumbre fue el Iliniza Sur. Aún recuerda bien el sufrimiento de aquella ascensión y también que, cuando llegó a la cumbre, sacó su cámara para hacer sus primeras fotografías de alta montaña.

En ese pequeño instante descubrió lo que ha marcado el trabajo de sus últimos 15 años: la necesidad de mostrar esos lugares de la Tierra que pocos conocen, porque están alejados o son de difícil acceso. 

En ese empeño, Rodríguez siente que se ha convertido en una especie de ‘astronauta’, cuyo trabajo consiste en registrar esos lugares de la Tierra en los que pocos han estado, pero que están llenos de magia. 

El Cotopaxi 

Este quiteño de 37 años está participando en el Mundial de Fotografía, auspiciado por la Asociación de Fotógrafos Ecuatorianos, con una fotografía del volcán Cotopaxi. 

Fotografía del volcán Cotopaxi tomada desde la laguna de Santo Domingo.

Ha subido hasta la cima de este volcán 18 veces y tiene registros de los últimos 30 años. En estas tres décadas, entre otras cosas, ha sido testigo de cómo el calentamiento global ha cambiado su apariencia.

La fotografía del concurso es una panorámica, de 30 fotos unidas en un software, que capturó durante una visita que hizo cerca de la laguna de Santo Domingo. 

Lo interesante es que en ella se puede observar el reflejo de las estrellas y del volcán en la laguna; y, asimismo, ese vínculo entre seres humanos y naturaleza que Rodríguez busca con cada clic. 

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