Se considera dibujante “de toda la vida”. No habían artistas en el núcleo de su hogar. Desde niño, el artista plástico ecuatoriano Geovanny Verdezoto (Santo Domingo de los Tsáchilas, 12 enero 1984) recibió el apoyo indudable de sus padres ante sus chispazos de creatividad por el arte. Y no tardó en direccionar su vida hacia el panorama incierto de ser artista.
Desde su exposición denominada ‘Naturgemälde’ (pintura de la naturaleza) en Quito, Verdezoto abrió su espacio para dialogar con Revista Mundo Diners para repasar su vida, proyectos, influencias y su futuro en las artes plásticas y la fotografía.
Pintor desde los 15 años. La mejor manera para comunicarse y hacer amigos. “El dibujo es una habilidad que todos deberíamos explorar como una herramienta más ante este mundo que necesita expresas ideas”.

Egresado de la Universidad San Francisco de Quito en la carrera de Artes Contemporáneas, él siguió las influencias de los maestros ecuatorianos Oswaldo Guayasamín, Oswaldo Viteri y Marcelo Aguirre, quien fungió como su tutor de tesis, quien siempre le hablaba “de manera franca”.
Se define como un artista enteramente expresionista. Su primera exposición la realizó en la Casa Humboldt en Quito (2006). Pinturas que abarcaron todos los lados urbanos de la capital, su cotidianidad, vecinos y su perspectiva de provinciano en su adaptación a la gran urbe.
En 2007 realizó una segunda parte de la exposición sobre la misma exploración urbana quiteña en los espacios de la FLACSO.
Desde finales de 2007, hubo un gran parón de su actividad artística. La familia se convirtió en su prioridad y la crianza de sus hijos aún más. Armar su “proyecto de vida”.
A la par, mantuvo su actividad como fotógrafo con su libro ‘Los que se quedan’, que reflejó desde Quito, Guayaquil, Guaranda y Cuenca las historias de familias de migrantes que se quedaron en Ecuador, tras la crisis económica de 1999.
“Estoy convencido de que el arte es un modo de vida y algo que no puedo llamar trabajo, sino que me mantiene vivo” CITA
En este campo laboral, participó en bienales internacionales como la Bienal de La Habana 2012), Bienal de Cuenca (2009), Bienal del Sur de Panamá (2013) y numerosas muestras en Europa.
La pandemia “le sentó” bien. Tuvo muchísimas ganas de trabajar. Creció su red de contactos de amigos y colegas para generar ingresos a través del arte. Su más de 300 piezas artísticas oficiales hablan por sí mismas.
La tinta es la vida misma de Geovanny Verdezoto
El concepto de su técnica le permite ser él mismo en total libertad, iniciando una lucha intensa entre el blanco y el negro: una dualidad que busca permanentemente su equilibrio.
“La aguada, la mancha y la tinta tiene cualidades únicas, que no encuentro en el óleo ni en el acrílico ni acuarela. Es una dimensión en blanco u negro y en matices grises”, cuenta el artista.
Desde el 28 de septiembre al 28 de octubre de 2021, él presentará en Quito su muestra ‘Naturgemälde’ con un total de 11 obras, bajo la curaduría de Ana Rodríguez. En el siguiente video, detalla sobre su técnica y expresiones:
No descarta el uso de colores vivos en otras series o trabajos, pero respeta la técnica, bajo sus influencias artísticas orientales. La provocación del frenesí, emoción y curiosidad hacia el espectador es sumamente importante para él.
“Mi sueño es llevar esto a China, a Japón y a toda Asia, para mostrar esta manera de ver. Muchos artistas no trabajan la tinta de manera formal, sino como un previo estudio a otra cosa”.
Con lo cosechado de su exposición Naturgemälde, Geovanny Verdezoto asipira financiar su próximo libro de fotografías titulado ‘Tranquilandia’, con miradas bizarras y originales sobre costumbres populares latinoamericanas.
En este enlace, puedes contemplar la galería completa virtual de Naturgemälde.
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