José Bastidas (Otavalo, 25 junio 1959) dona lo que gana por su trabajo pictórico. La solidaridad para ayudar a otros es su eje de vida. Estimular otras vidas, ayudar a los que no tienen y guiar a niños por medio del arte son sus razones de vida. Casi todo su actuar de carácter social, bajo el anonimato.
A este artista ecuatoriano le avalan sus más de 45 años de trayectoria, más de 400 exposiciones colectivas, unas 150 individuales por todo el Ecuador y el mundo.
“Esa característica de ser solidario, entregar mis obras a los que más lo necesitan, quedó impregnado desde mi niñez. Yo hago series de 40 o 50 obras y en cualquier galería que exponga, converso para que lo que salga de las obras se destine a sectores vulnerables”, cuenta el pintor desde su taller ubicado en Carapungo a Revista Mundo Diners.
Él describe su pintura como “un surrealismo muy contemporáneo”. En el siguiente video amplía su concepto y explica la importancia del color en sus obras.
José Bastidas, un origen
De padre manabita y madre imbabureña, José Bastidas creció en un hogar muy unido, con tres hermanos. La pobreza florecía. Estudió la primaria en la Escuela 10 de Agosto, en Otavalo. Desde allí ya participaba en concursos de dibujo.
A los 5 años trabajó en una herrería e incluso de zapatero. Su mamá María Elena Narváez insistía sobre la precariedad en la que vivían en casa. Pues así José salió a las calles. Para sobrevivir. Las revistas e historietas que conseguía en las tienditas le daban luces para crear rasgos humanos.
Su sueño era asistir al colegio de Artes Plásticas ‘Daniel Reyes’, que se ubicaba en San Antonio de Ibarra. Su condición económica fue un gran obstáculo. El respaldo de su profesor Bolívar Cerón fue vital para conseguir estudiar en esa entidad educativa.
Allí aprendió sobre el arte de los maestros ecuatorianos y géneros mundiales. El óleo y el color fueron las bases en todas las materias. Gilberto Almeida y Félix Araujo fueron algunos de sus ilustres profesores.

A partir del tercer curso, José consigue participar en varios concursos con su grupo artístico de compañeros llamado ‘Innovación Siglo XX’, integrado también por Francisco Puente y Jorge Villalba. Participaron en los salones nacionales de pintura como el de Ambato, Cuenca, Casa de la Cultura Ecuatoriana, del Banco Central del Ecuador o del Municipio de Quito.
Fue a los 14 años de edad cuando consigue lo impensable: participar en el reconocido Salón Mariano Aguilera en 1979. Su obra ‘Sexto Sentido’ impresionó por su atrevida forma neo-figurativa, con esmaltes, resinas, marcas de sopletes y veladuras.
Allí estuvieron otros maestros como Oswaldo Guayasamín, Eduardo Kingman, Enrique Tábara, entre otros.
Declinó estudiar en la Facultad de Artes de la Universidad Central del Ecuador (UCE). Se dedicó entonces a estudiar Ciencias de la Educación, con mención en dibujo y maquetería en la UCE. Una rama muy técnica, pero “igual con arte”.
Se especializó en el óleo, por su elasticidad y durabilidad. A veces coquetea con el acrílico, por su uso rápido.
Su serie ‘Cromáticas de la Vida’ (2013) se expuso en Quito. Incluyó unas 60 piezas. Su recaudación económica fue donada a pacientes con cáncer del Hospice San Camilo.
A finales de 2018 y mediados de 2019 presentó su serie ‘Antologías Andinas’ en Egipto, Israel y Turquía respectivamente. José Bastidas quiso llevar a África y Oriente próximo las típicas imágenes ecuatorianas con su particular visión.




Al transcurrir las décadas, maduró sus acciones sobre las prematuras enseñanzas de su madre: ayudar a los demás. Está convencido de que los artistas pueden vivir del arte, pero; del otro lado, también aportar en el ámbito social local.
En Bolivia ayudó a operar a los papás de varios niños indígenas a quienes el gobierno no les tomaba en cuenta. En México se preocupó de los hijos de personas privadas de la libertad; en Egipto dio talleres de pintura y subastó las obras para caridad. En Ecuador enseña pintura a unos 16 chicos mediante talleres abiertos en Otavalo.
“Quiero tomar a un grupo de 20 o 30 niños de sectores vulnerables y hacer exposiciones en Imbabura y afuera. No simplemente dar talleres, sino promocionarles. Actualmente ayudo a dos niños para que sigan estudiando. Todo autogestionado y pido algunas colaboraciones”.
Calcula que ha pintado más de cinco mil obras. Actualmente trabaja en una serie de medianas dimensiones titulada ‘rostros imaginarios’.
José Bastidas planifica juntar las obras de otros cuatros artistas plásticos para desarrollar planes de donación de las obras con fines benéficos. No descarta tampoco algunas próximas exploraciones a través del grabado y esculturas.


Su próxima exposición nacional se realizará en las instalaciones de la Casa de la Cultura Ecuatoriana en Quito, en noviembre de 2022 y otras muestras internacionales en Noruega y Australia, en junio próximo.
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