Unos dos metros con 30 centímetros de alto y unas mil libras de peso tiene la nueva estatua del expresidente ecuatoriano Sixto Durán Ballén (1921-2016).
La gran pieza hecha mayormente en bronce se erguirá entre las calles Chile y Venezuela en Quito, en los exteriores del edificio Guerrero Mora, desde el 15 de diciembre de 2021.
Howard Taikeff es un reconocido escultor estadounidense (Nueva York, 1960), con más de 35 años de experiencia en proyectos de cerámica, piedra y diversos metales. Él vive en Quito desde hace más de 25 años y es el maestro de esta obra de formidable envergadura.
En entrevista para Revista Mundo Diners, el artista relata cómo se realizó el proceso de moldeado y ensamblaje de la figura desde su inicio.
Desde el taller donde se construyó la obra, Howard y el artesano y fundidor ecuatoriano Jorge Ávila enumeran los minuciosos detalles de la estatua y su gratificante experiencia para darle forma a cada segmento.
Howard se considera como un escultor de inclinaciones figurativas, especializado en siluetas humanas. No le interesan las modas o las nuevas tendencias, sino sus instintos.
En Ecuador, encontró un camino para desarrollarse como artista plástico. “Cuando yo llegué al Ecuador (1993) él era Presidente, así que es muy interesante que nos encontremos otra vez así”, reflexiona el escultor.
Su reto consistió en darle movimiento y personalidad al exmandatario, que gobernó el Ecuador entre 1992 y 1996. Durante su trabajo, Howard tuvo también la asistencia del artista Rubén Terán.
Un armazón de hierro, mallas, refuerzos de arcilla y bronce fueron los elementos principales de la escultura.
“Creo que este es mi mejor trabajo, el más maduro, completo y mejor hecho. Rubén y yo tenemos muchos años de experiencia y siempre empujamos los límites. En la universidad fundí un poco de bronce, es mucho trabajo. Ahora que soy profesor en la USFQ es muy difícil”, cuenta el escultor.
El proceso de fundición de todas las piezas tomaron poco más de dos meses. El anclaje y completo armado de la figura saldrán directamente del estudio artístico, ubicado en el sector de Santa Lucía, en el sur de Quito.
Los detalles de la vida de Sixto Durán Ballén
Los espectadores podrán darse cuenta de la cantidad de lúcidos detalles: desde su reloj, su sutil sonrisa, una cinta métrica en su bolsillo derecho, el anillo en su mano derecha con el escudo de Quito y la consigna ‘Ni un Paso Atrás’ escrita debajo de su pie derecho, en alusión a su discurso popular por el conflicto bélico fronterizo del Cenepa con Perú, en enero de 1995.
Alicia Durán, hija del exmandatario, comenta el acuerdo que la familia pactó para llevar la figura de su padre a una escultura. Ella califica a la figura en bronce como “maravillosa y bonita”.
“Este año es el centenario del nacimiento de mi padre. Quisimos hacer algunos eventos que recordarían quién fue Sixto Durán Ballén y cuál fue su legado. Desde enero, tuve la idea de una escultura”, explica a Revista Mundo Diners.
De esta manera, Alicia tuvo la referencia de los proyectos realizados por el escultor Taikeff. Ambos coincidieron en ideas y el plan se puso en marcha.
El grupo denominado ‘Comité Sixto 100’, integrado por Alicia, su hermano Jorge, Álvaro Bayas, Carlos Larreátegui, José Vicente Maldonado y Jorge Luna fueron los encargados de levantar fondos privados para financiar la escultura y realizar actividades académicas.
Arquitecto de profesión, Durán Ballén es aún el mandatario más longevo que ha asumido la Presidencia en el Ecuador desde el regreso de la democracia en 1979.
Su mandato tuvo como ejes centrales la reducción del Estado sobre la economía, diálogo con los sectores indígenas, ambiciosos planes de obra pública y reducción de la inflación. Entre 1970 y 1978 consolidó su imagen como buen administrador y alcalde de Quito.
