Sí, es posible. Fundir en una experiencia colectiva el arte culinario con las ganas de aprender de manera inclusiva enerva las emociones de los niños y niñas con discapacidad. Comprobado. Es un ejercicio lúdico. Sin comparación a una simple cita terapéutica.
‘Fusión de Sentidos, Aromas, Sabores y Recuerdos’ es una obra literaria escrita por la investigadora y abogada ecuatoriana Macarena Vega. Ella plasma en tiernos relatos, estudios científicos, experiencias gastronómicas y fotografías apetitosas sus ensayos y demostraciones junto a decenas de jovencitos pertenecientes al Centro Terapéutico DUPI, de la Fundación Amigos del Ecuador.
Amasar, cortar o mezclar ingredientes es una actividad que mejora la motricidad fina, sin duda. Medir porciones conlleva a hilar mejores secuencias de orden en la mente de los chicos. Preparar un plato, degustar en familia. Una fusión de sentidos.
Revista Mundo Diners conversó con la autora de este libro, que busca elevar al lector a una mejor compresión de las habilidades físicas, cognitivas e intelectuales que pueden lograr los más pequeños con síndrome de Down, autismo, parálisis cerebral o trastornos por déficit de atención (TDAH).
“Fue interesante ver cómo los chiquitos se acoplaron a esta parte necesaria para que vayan entrenando sus sentidos, usando sus habilidades con las manos para hacer una u otra cosa. Cuando se trabaja la motricidad fina, es mucho más fácil acceder a la educación, a la lectura y escritura posteriormente, así se va predisponiendo sus cuerpecitos para que vayan avanzando en ese sentido”, comenta Vega.
La escritora ecuatoriana Macarena Vega busca con su nuevo libro elevar al lector a una mejor compresión de las habilidades físicas e intelectuales que pueden lograr los niños con discapacidad. Ella propone fusionar educación inclusiva y gastronomía.
Más allá de la educación inclusiva
Macarena se vio inspirada en este trabajo literario tras la “alta discriminación” existente en todas partes del mundo hacia los jovencitos que padecen de algún tipo de discapacidad, sea física, auditiva, visual o psicosocial. Ello se vuelve un obstáculo para construir “una sociedad para todos”, dice la experta portovejense.
El texto se divide hábilmente entre recetas, historias sobre cocina monacal y resultados de investigaciones sobre educación inclusiva en 178 páginas. 16 chefs ecuatorianos, tres fotógrafos y 17 científicos colaboraron desde el año 2017 en este proyecto.
Langosta con salsa de ajonjolí, salpicón de mariscos, helado de queso, ceviches con jugo de naranja, ají de carne o fritada fueron parte de los platos preparados por niños con discapacidad.



De la mano de un método científico de aprendizaje como el ‘Cemedete’, el afecto y el amor, “es posible avanzar” en el proceso educativo de los niños con discapacidad. Un proceso de enseñanza equitativo es la clave para configurar sociedades más justas, señala convencida la escritora.
Esta obra está disponible por medio de La Fundación Amigos del Ecuador. Se espera su lanzamiento oficial en mayo de 2022.
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