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Ray Bradbury, visionario de la ciencia ficción

“Sin Ray Bradbury, no habría Stephen King”, palabras del exitoso novelista Stephen King para referirse a un colega de profesión que dicen mucho sobre uno de los grandes escritores de ciencia ficción y más que nada un generador incansable de fantasías marcianas y visiones futuristas de la humanidad.

El famoso autor de los clásicos Crónicas marcianas (1950) y Fahrenheit 451 (1953) escribió más de cuatrocientos cuentos y casi cincuenta libros de varios géneros literarios, así como poemas, ensayos, obras de teatro, óperas y guiones para cine y televisión. Se considera entre los escritores más prolíficos y traducidos del mundo.


Algunos otros títulos de esa producción narrativa son El hombre ilustrado (1951), Las doradas manzanas del sol (1953), El país de octubre (1955), El vino del estío (1957), La feria de las tinieblas (1962), Las maquinarias de la alegría (1964), Fantasmas de lo nuevo (1969), El árbol de las brujas (1972), Cuentos de dinosaurios (1983), Más rápido que el ojo (1996), Algo más que el equipaje (2003) y El verano de la despedida (2006).

Las ideas del visionario escritor estadounidense trascendieron la ficción y se convirtieron en experiencias para astrónomos, astronautas y científicos.

“Su terreno creativo fue la fantasía, una fantasía llena de metáforas, teñida de un profundo lirismo con conmovedoras notas melancólicas, férricas y con una propensión también, en muchas de sus creaciones, a lo tenebroso y hasta lo macabro”, señala el periodista Jacinto Antón en “Ray Bradbury. Nos vemos en Marte en 2026” (suplemento cultural Babelia, diario El País).

No obstante, Antón no lo excluye entre los notables autores de ciencia ficción, porque: “él nos ha animado como nadie a pensar lo impensable, ha predicho que viajar al espacio nos hará inmortales y ha anticipado que un día de 2026 en Marte nos reconoceremos como los verdaderos marcianos”.

Bradbury fue objeto de múltiples reconocimientos, entre ellos, una distinción de la Fundación Nacional del Libro, la Medalla Nacional de las Artes y una mención especial del Premio Pulitzer.

Ray Bradbury
Ray Bradbury firmando un libro. Foto: Shutterstock

En su honor, su apellido fue escogido para un asteroide (número 9766) y para la zona de aterrizaje del robot Curiosity en una misión a Marte en 2012. La tripulación del Apolo 15 designó a un cráter Diente de león (en referencia a la novela El vino del estío) y la nave espacial Phoenix llevó al llamado planeta rojo una copia digital de Crónicas marcianas.

“La gente me pide que prediga el futuro, cuando todo lo que quiero hacer es prevenirlo. Mejor aún, construirlo”, dijo Bradbury, quien prefería las bicicletas a los automóviles, las máquinas de escribir a las computadoras y las cartas escritas a mano a los correos electrónicos.

Sin embargo, esas preferencias en la vida real no le impidieron contribuir al avance tecnológico y vislumbrar el futuro de la humanidad.

No se pierdan este fantástico video donde el mismo Bradbury se describe a sí mismo:


Datos breves de Ray Bradubury

• Nació el 22 de agosto de 1920 en Waukegan, Illinois, y se estableció en Los Ángeles, California, donde falleció el 5 de junio de 2012 a los 91 años.

• El mundo imaginario de Bradbury no solo se resumía a las letras, también dibujaba y pintaba. Según el portal web oficial www.raybradbury.com, le encantaba dibujar caras de demonios, calabazas, gatos y monstruos.

• Amaba las bibliotecas. Nunca usó una computadora y restaba importancia a Internet. Sin embargo, predijo, entre otras cosas, las pantallas planas, los cajeros automáticos, las redes sociales y los auriculares inalámbricos.

• En 1956 fue nominado al Premio Óscar por la adaptación cinematográfica de Moby Dick y en 1962 ganó el Emmy por el guion televisivo de su novela El árbol de las brujas.

• Decenas de relatos de Bradbury han sido llevados al cine y la televisión. Es muy conocida la película Fahrenheit 451 (1966), basada en la novela homónima que dirigió François Truffaut.

• El tema Rocket man, con letra de Bernie Taupin y música de Elton John, se inspira en el cuento “The Rocket Man” (del libro El hombre ilustrado).

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