Por Víctor Vergara

El poder de la palabra, el miedo y la relación intrínseca e irrompible entre el ser humano y el animal fueron los ejes temáticos de la joven poeta ecuatoriana Lucía Moscoso en su más reciente obra ‘Uzalá & El ruido rojo de las flores’. 

Lo que vuela tu cabeza es la posibilidad de escuchar sus prosas al ritmo de Icazas Trío, que fusionan rock progresivo, jazz, funk y música electrónica.

Lucía Moscoso: foto cortesía

Un recorrido biográfico sobre Lucía Moscoso

A las 22:00 llegó Lucía a su domicilio para atender esta conversación con Revista Mundo Diners, desde Barcelona, España. 

Ella se mantiene ocupada con su responsablidad editorial en Mecánica Giratoria y el desarrollo de la red social Babelio, que congrega a cientos de lectores en búsqueda de sus próximos textos favoritos. 

Lucía Moscoso (6 de julio 1983) es quiteña. Se graduó en Lengua, Literatura Española y Lenguajes Audiovisuales por la Universidad de Cuenca, ciudad donde pasó unos 10 años, desde los 20 a 30 años de edad.

¿Cómo comenzó esta modalidad de expresar los sentimientos a través de la poesía, A qué edad empezaste a escribir?

 – Siempre para mí ha sido una forma de expresar cosas que no he podido expresar verbalmente. De pequeña era bastante tímida, ensimismada; iba a la retrospección, a la tristeza. Creo que la escritura era un espacio en la que me sentí cómoda, segura, y sacar las cosas que me pasaban. Siempre escribía de niña, de adolescente, en diarios que funcionaban como agendas o diarios de viaje. Es algo que he hecho siempre.

100 Poemas: antología de autores del mundo de la Editorial Márgenes Azules (Argentina, 2014), ¿cómo llegó esta oportunidad, fue la primera en aparecer en una antología de poemas?

 – No recuerdo mucho. Cuando salió mi texto en esa antología estaba por publicar mi libro ‘Dictado de la Mano Izquierda’ y un amigo poeta argentino me envió la convocatoria, y envié el texto. Es una editorial muy pequeña de un pueblo de Buenos Aires quienes tuvieron ese proyecto.

Ese primer poemario Dictado de la mano izquierda fue publicado con el respaldo de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE) de Azuay en 2015. ¿Sobre cuáles temas expresas en esas líneas?

-No tenía una temática definida. El libro salió porque revisé los cuadernos que siempre he tenido (con escritos) y necesitaba deshacerme de ese montón de cosas (…) las cosas que me parecía que tenían valor para mí, emocionalmente. Trascribí esos textos y dije que eso podía ser un libro. Tuve el empuje de amigos para animarme a publicarlo como un manuscrito. Lo llevé al CCE de Cuenca, ahí estaba Cristobal Zapata de editor, y aceptó publicar el libro.


La unión de dos mundos: poesía y rock

En 2015, Lucía lideró el proyecto ‘Fonografías, Registro de la Poesía Ecuatoriana a Través del Rock’,  un homenaje musical a varios poetas ecuatorianos, entre ellos: Humberto Fierro, Medardo Ángel Silva, Arturo Borja, Alfonso Moreno Mora, Jorge Carrero Andrade y Alfredo Gangotena.

Este disco fue el resultado de una investigación que la joven quiteña realizó para una tesis que postergó unos cinco años tras salir de la universidad. 

En este proyecto poético musical, ¿con quienes colaboraste y de qué trató?

– Me planteé la necesidad de presentar la poesía ecuatoriana a través del rock, que para mí es un género popular que abarca muchos estilos y que personalmente me gusta mucho.

En este proyecto invité a 12 bandas de rock cuencana. Algunas existen, otras no. Y les propuse que aparezcan en este disco. Cada banda tenía un poeta seleccionado y textos sobre los cuales los músicos iban a trabajar: algunos musicalizaron un poema, otros tomaron varias partes de textos y lo convirtieron en una canción, otros compusieron bajo la figura de un poeta y su obra. Esa fue mi primera experiencia como productora, supervisar todos los ensayos, masterización y grabaciones.

Participaron varias bandas, entre esas Jodamassa (rock experimental, folk), el solista cuencano Chris Díaz (rock/pop), Javier Calle (vocalista de la banda de rock La Doble), LosZuchos del Vado (rock/punk), Música para Camaleones (rock andino) y las Smoking Dolls, que era una banda de rock de chicas.

¿Cómo te trató la pandemia a nivel intelectual, fue un tiempo aprovechado para escribir, trabajar o todo lo contrario?

-Cero (risas). Trabajé mucho. En Babelio había muchas más personas conectadas, entre lectores en España y en Latinoamérica y trabajar en contenidos. Ocupaba mi mente en el trabajo pero al mismo tiempo trabajaba de forma torpe y lenta, porque tenía la pandemia en la cabeza, y el hecho de no estar en Ecuador donde la cosa estaba peor, no podía desligarme del lugar donde vivía mi familia. No podía casi escribir y leía muy poco. 

Tu libro sonoro ‘Uzalá & El ruido rojo de las flores’ (Kikuyo Editorial) se presentó en la XIII Feria Internacional del Libro de Quito 2020, cuéntanos de este trabajo poético y sonoro, ¿cómo fue esa colaboración? 

-El libro tiene dos partes. La primera se escribió hace muchos años, en 2011 y 2012. La segunda parte tuvo una escritura un poco más reciente (…) luego hablé con Daniel, editor en Kikuyo; que es una editorial ultra independiente y combativa que me gusta mucho.

No quería una cosa muy intelectual, con prólogo de una poeta, porque yo no soy así. Entonces pensé en Igor (Icaza, de la banda Icazas Trío). Yo crecí escuchando la música de Sal & Mileto, banda con la que despegó el Igor su carrera musical. Y en sus canciones también vi poesía.

Le pedí al Igor que escriba el prólogo y eso fue. A raíz de eso, Igor me propuso hacer canciones con los textos. 

PIE DE VIDEO: ¨Nómada¨ el primer sencillo del libro/disco ¨Uzalá & el ruido rojo de las flores¨ de Lucía Moscoso e Icazas Trío editado por Kikuyo Editorial. Icazas Trío son: Igor Icaza (guitarra electroacústica y voz), Jofiel Icaza (bajo y coros) y Zak Icaza (cajón peruano y percusión electrónica).

-Hay cuestiones muy andinas. En medio de la pandemia, yo me fui a grabar en un estudio fuera de Barcelona e Igor en su estudio en casa y con sus hijos. Así empezamos a trabajar.

Hay varios temas y preocupaciones sobre las que escribo y dándole la vuelta en la cabeza. Una es esta relación entre el hombre y el animal, por otro lado el poder de la palabra y el lenguaje, la escritura y de ahí referentes a películas, canciones, que atraviesan el libro. Otro gran tema es el miedo, al que siempre vuelvo, que siempre está ahí bastante presente.

¿Cuáles son tus poetas ecuatorianos y extranjeros que más admiras? (Mira el video para la respuesta)