Netflix estrenó este año la serie ‘Asuntos picantes: Japón´ en la que el comediante Shin Dong youp y el cantante Sung Si kyung, ambos coreanos, exponen temas que desmitifican el placer sexual .
Nueve horas y 58 minutos: ¿cuántas cosas se podrían hacer durante ese tiempo? Muchísimas y la masturbación es una de ellas como demostró Masanubo Sato, director de la división Healthcare en la compañía japonesa Tenga.
El placer sexual y, en particular, la masturbación, sigue siendo un tema “prohibido”, al que se tacha de lujuria y obscenidad. Pero en el streaming se muestra desinhibido y trae a colación el impresionante cronómetro de autocomplacencia que ha logrado Sato. Todo esto ocurre en la serie “Asuntos picantes: Japón”.

Uno de los capítulos está dedicado a Tenga, fundada en el 2005 para el diseño, fabricación y comercialización de productos de placer sexual.
“Comencé a masturbarme a los cinco años”, dijo Sato ante el asombro de los presentadores del programa que entre risas le dijeron “prodigio” y quedaron estupefactos cuando manifestó que ganó en el concurso caritativo Masturbate-a-Thon, organizado por el Centro para el Sexo y la Cultura, en San Francisco, California.
Esa entidad, creada por la sexóloga Carol Queen y el educador sexual Robert Morgan Lawrence, cerró hace cuatro años. Fue fundada en los años noventa con fines para la educación, la investigación y el apoyo a la más amplia gama de personas en temas de sexualidad.
Durante quince años, más de diez mil personas participaron en Masturbate-a-Thon y con cada evento “se legitimó el mensaje central sobre la masturbación”, señala, por su parte, el portal web Medium.
En el 2009, Sato ganó la competencia al permanecer nueve horas y 58 minutos en estimulación genital. Y lo curioso es que con ese tiempo rompió su propio récord anterior de nueve horas y 33 minutos.
Aunque en la serie de Netflix, el campeón no da más detalles de su hazaña, salvo que utilizó varios artilugios de estimulación y que las reglas del concurso consistían en masturbarse el mayor tiempo posible y mantener una erección, en una entrevista publicada en Vice explicó cómo se preparó para esa prueba de resistencia.
¿Cómo lo logró? Dijo que con “abundante imaginación”, además de un entrenamiento previo de natación dos veces por semana con lo que ganó unos cinco kilogramos de peso muscular, que fue un factor clave en términos de resistencia, más los estimuladores de Tenga que le proporcionaron “variedad de sensaciones”.
Por ser un evento con fines benéficos, el premio tuvo un carácter simbólico y en su segunda victoria recibió un trofeo en forma de mano. El ejecutivo de Tenga dice que tal vez “salvó el honor”, pero profundiza en su reflexión al afirmar que no se trató de “un concurso para pervertidos raros”, sino de una manera de “poner fin al tabú de la masturbación”.
El placer, como debería ser
Ese es el eslogan de Tenga, marca líder del placer sexual en Japón con 200 empleados, sucursales en Estados Unidos, Alemania, Corea, China y Taiwán, y exportaciones a 73 países. Su éxito ha sido tal que provocó titulares en la prensa como éste: “El futuro de la masturbación por fin ha llegado”.
Su presidente, Koichi Matsumoto, explicó en la serie de Netflix que la idea de crear productos de masturbación surgió cuando visitó una tienda de DVDs para adultos y vio que en los empaques aparecían fotos de mujeres desnudas, genitales femeninos e ilustraciones eróticas (lolicon).
“Las estanterías sugerían que la masturbación era vulgar y que los productos debían ser tratados como tal”, manifestó Matsumoto, al añadir que “sentí que era extraño considerarlos inapropiados o vergonzosos”.
De ahí surgió la idea de crear un objeto cotidiano que “pudiera mejorar la vida sexual”. Durante tres años investigó y desarrolló cinco productos. Aunque la venta de cinco mil unidades hubiera sido un rotundo éxito, la acogida superó las expectativas y en el primer año de lanzamiento se vendieron un millón de unidades.
“Queremos dar una imagen más positiva del placer sexual y convertirlo en un género, en una nueva categoría en todo el mundo”, dijo Matsumoto.