Felisa y Claudia son las protagonistas de ‘Enséñame a disparar, mi amor’, la nueva obra de teatro de Fabián Patinho. Las dos juegan en el Club Deportivo ‘Las Perras’, un equipo de fútbol que se convertirá en un pretexto para ‘disparar’ su empatía y solidaridad.
Claudia es la delantera “estrella” del Club Deportivo Las Perras, pero hace más de cinco partidos que no mete un gol ni al arcoíris. Detrás de su sequía futbolera hay una serie de problemas personales que Felisa, su compañera de equipo, irá descubriendo con el tiempo.
Claudia y Felisa son dos mundos opuestos. La primera es frágil y temerosa, y la segunda pragmática y decidida. Nada, excepto la empatía que nace entre dos humanos, hace pensar que sus vidas puedan compaginar más allá de una cancha de fútbol.
Esa capacidad de ser solidario con otros se convierte en el hilo narrativo de ‘Enséñame a disparar, mi amor’, la obra protagonizada por las actrices Antonella Moreno y Mara Serrano; que se estrena este jueves 20 de julio en el teatro de la Asociación Humboldt.
Una obra fucsia turquesa
“Enséñame a disparar, mi amor’ es una obra que está llena de estampas cotidianas, con las que es fácil identificarse: la convivencia entre dos mujeres, la maternidad y los miedos de la vida adulta. Para Patinho, se trata de una pieza llena de color y humor negro. “Como buen daltónico diría que es una historia de color fucsia con turquesa”.
Patinho escribió la obra durante la cuarentena de la pandemia del covid-19. Quizás por eso, por primera vez, su dramaturgia se aleja de la oscuridad y de la aspereza narrativa que caracteriza a otras puestas en escena como ‘El ciudadano’. Contrario a lo que estaba acostumbrado, en esta nueva propuesta apuesta por valores como la empatía y el trabajo en equipo.
Este contexto pandémico también lo impulsó a reflexionar sobre cuán complicado es decidir abrirle las puertas de la casa, en el sentido literal y metafórico, a una persona y a cuán dispuestos estamos a ‘incomodarnos’ por los problemas de los otros.
Sororidad criolla
La sororidad es un vocablo nuevo en el Diccionario de la Lengua Española, fue incluido en la actualización de 2018. Sin embargo, académicas y activistas de Hispanoamérica lo usan desde hace varias décadas, para hablar sobre la solidaridad entre mujeres.
Y si hay algo que trasciende en la relación entre Claudia y Felisa es la sororidad. Sin proponérselo, como sucede en muchas relaciones, estas mujeres dejan de lado sus individualidades para formar su pequeña comunidad afectiva.
Una comunidad que recuerda, en su esencia, a Ana y Milena, las protagonistas de la historieta gráfica que Patinho publicó durante 11 años en el diario El Comercio. Al igual que ellas, Claudia y Felisa son dos mundos antagónicos que se complementan.
Al final, Claudia no se convierte en la goleadora del equipo, pero al menos logra lanzar su primer disparo al arco, un tiro que pega en el palo. Ese casi gol se transforma en la posibilidad real de la revancha que no solo hay en el fútbol sino también en la vida.
Patinho, un mundo de estampas
Las estampas son una constante no solo en la dramaturgia de Patinho, sino también en su trabajo como artista. Aparecen en su novela gráfica ‘El ejército de los tiburones martillo’ y en ‘Cielo’, esta últims publicada con la editorial El Fakir.
En sus estampas, lo que siempre está presente es el protagonismo de los personajes femeninos. Mujeres de distintas generaciones que encuentran en la convivencia cotidiana no solo sororidad sino también distintas formas de amarse y dar amor.