¿Qué tipos de figuras paternas encontramos en el cine? En estos días en los que celebramos al padre, vale recordar algunas películas que nos muestran distintas miradas sobre la paternidad: la ausente, la distante, la abnegada o la opresiva.
Algunos recordamos aquella escena de ‘El Imperio contrataca’, en la que un joven Luke Skywalker descubre de la manera más ‘shockeante’ (a un paso del abismo y en el clímax de una batalla) que Darth Vader, ese villano incapaz de todo sentido de humanidad, es su padre.
Si bien la frase “Yo soy tu padre” trasciende con una resonancia casi bíblica -en el cine como en la vida-, existen historias de padres y progenitores, dos términos que, de alguna manera u otra, aprendemos a diferenciar.
Más allá del hombre fecundador que da vida (y en algunos casos un apellido), un padre es una figura decisiva en la mayoría de historias. El camino del héroe se cimienta a través de las palabras de un maestro o tutor que alimenta el espíritu y transmite el conocimiento.
En otros casos, la figura paterna es tan solo un espectro o ente, que se lleva a cuestas como un lastre y que impide al protagonista avanzar hacia un final feliz. El drama está servido y, como dijo Freud, cada quien busca su manera de “matar al padre” (sentido figurado, claro está).
En esta ocasión, proponemos un corto listado de películas para identificar ciertos tipos de figuras paternas en el cine. En todos los casos mencionados (y en los omitidos también) es necesario reconocer algo en común: la paternidad no es poca cosa.
El vínculo paterno-filial es importante. Puede ser el detonante de conflictos, pero también puede ser el lugar correcto para encontrar esperanza y consuelo. Para ello solo cabe recordar a Samuel, el padre de Elio en ‘Call me by your name’, quien al ver a su hijo sufriendo de desamor, solo puede consolarlo y decirle: “Tan solo recuerda: estoy aquí. Ahora mismo puede que no quieras sentir nada. Y tal vez no sea yo la persona con la que quieras hablar de esto. Ahora sientes pena y dolor. No los reprimas, o perderás la alegría que sentiste”.
‘Güeros’ (México)
Lo único que les queda de su padre es un casete de Epigmenio, un rockero mexicano que, según la leyenda, hizo llorar a Bob Dylan. Sombra y Tomás salen en búsqueda de ese ídolo del rock, ya caído en desgracia. Lo hacen por curiosidad pero también en honor al padre.
Al que dejó su rastro marcado en ese casete y esas canciones que sirven de único referente para entender al hombre que ya no está. El encuentro en una cantina con Epigmenio (con la canción ‘Hasta que te conocí’ de fondo), no podría ser más decidor. Una escena que remoja las venas en tequila y sal.
Mi papá decía que el mundo es una estación de trenes y la gente, los pasajeros. Los poetas no son los que van y vienen sino los que se quedan en la estación, viendo los trenes partir. Por eso lloraba mi papá cada vez que escuchaba tu voz rota. Porque tú eres de los que ven los trenes partir”.
Personaje ‘Güeros’. Director: Alonso Ruizpalacios. Año: 2014.
‘Aftersun’ (Estados Unidos)
Un padre y su hija de 11 años, en un viaje de verano a Turquía. La historia sucede en los 90 y se cuenta en pasado. Para ello, la película recurre a los ‘video tapes’ o videos caseros, que seguro muchos de nosotros guardamos, con nostalgia, en alguna caja. Como espectadores, no solo somos testigos de los días soleados y de las actividades vacacionales.
Somos también testigos de la reproducción, el rebobinado y la activación de los recuerdos que esos videos generan en aquella niña convertida en adulta. La protagonista/narradora entiende ahora lo que su padre sentía, y decía entre líneas. Incluso cuando al final del viaje él le dice: “Última noche, hora de bailar.” Una escena que ya se ganó su puesto en la historia del cine.
Me alegra que te sientas así. Pero nunca sabes dónde terminarás. Puedes vivir donde quieras vivir. Sé quien quieras ser. Tienes tiempo”.
Personaje ‘Aftersun’. Director: Charlotte Wells. Año: 2022.
‘El grill de César’ (Ecuador)
Darío Aguirre nos muestra un retrato muy honesto del padre silencioso, que esconde sus afectos y emociones tras su coraza masculina. Un padre que tiene que ser descubierto, como si se tratara de un enigma por resolver. Darío lo hace acudiendo a su cámara: arma y herramienta de trabajo.
Las preguntas incisivas, los silencios incómodos; todo esto va allanando el camino para encarar al padre y preguntarle por sus sentimientos. Esta escena es el clímax esperado. El momento anhelado en todo proceso terapéutico de sanación familiar.
No sé cómo podrías conversar con él. En eso sí no te podría ayudar, porque yo fracasé. Nunca pude hacerlo hablar”.
Personaje ‘El grill de César’. Director: Darío Aguirre. Año: 2014.
‘Beginners’ / Principiantes (Estados Unidos)
Con un tono de comedia romántica, pero sobre todo de melancolía, esta película nos da una de las mejores premisas. El padre de Oliver, a quien acaban de diagnosticarle cáncer terminal, se declara abiertamente gay a sus 75 años. Los dos hechos, el de la identidad y la enfermedad del padre, originan toda una serie de introspecciones por parte del protagonista en torno al amor, al compromiso y a la familia.
Los últimos días entre padre e hijo están marcados por conversaciones sinceras y transparentes, en las que ya no queda nada que esconder, ni tampoco tiempo que perder. Se trata, por lo tanto, de una búsqueda sentimental en la que todos somos esos ‘principiantes’ del título.
No fuimos a esa guerra. No tuvimos que ocultarnos para tener sexo. Nuestra suerte nos permitió sentir una tristeza que no tuvieron nuestros padres, y una felicidad que nunca vi en ellos”.
Personaje ‘Beginners’. Director: Mike Mills. Año: 2010.
‘The kid’ / El chico (Estados Unidos)
La historia del vagabundo que encuentra y cuida a un niño huérfano, estrenada hace más de 100 años, sigue siendo una de las mejores películas de la historia. En ella, el personaje icónico de Chaplin es un padre en todo el sentido de la palabra, a pesar de no serlo de forma biológica.
Cada imagen exuda encanto y emotividad, al mostrar la cotidianidad de dos almas en aparente desgracia, que no tienen nada, salvo el uno al otro. La ternura y la crueldad, en perfecta sinergia. Imborrable la escena final, en la que el padre logra defender, con uñas y dientes, su derecho a amar y cuidar al niño.
No hay frase; pero como dirían por ahí: “Una imagen vale más que mil palabras”.
Stephen Bruque. Director: Charles Chaplin. Año: 1921.
‘The Pursuit of Happyness’/ En búsqueda de la felicidad (Estados Unidos)
El Chris Gardner que interpreta Will Smith en esta película (basada en hechos reales) es el ideal de la abnegación paterna. Un camino plagado de desgracias, en las que este padre se quiebra y se vuelve a construir, día a día, con el único objetivo de sacar a su hijo adelante.
Con un tono melodramático, la historia está pensada para hacernos llorar de principio a fin. ¿Y cómo no hacerlo cuando observamos una relación paterno-filial en la que el amor lo vence todo?
Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo. Ni siquiera yo. Si tienes un sueño, tienes que protegerlo. Las personas que no son capaces de hacer algo por ellas mismas, te dirán que tú tampoco puedes hacerlo. ¿Quieres algo? Ve por ello y punto”.
Personaje de ‘The Pursuit of Happyness’. Director: Gabriele Muccino. Año: 2006.
‘The Godfather’ / El padrino (Estados Unidos)
Antes de que Logan Roy (de la serie ‘Succession’) le mostrara a una nueva generación lo que un patriarca despiadado puede llegar a hacer, ya tuvimos otro que hizo historia. Vito Corleone se construyó así mismo, imponiendo el miedo y la violencia como carta de presentación.
Dicho esto, la sombra del legado paterno se extiende sobre la familia con la contundencia y el peso de las grandes tragedias. Michael Corleone, el hijo menor, se debate entre el deber ser y los anhelos de una independencia imposible, pues el padre ha sentenciado su destino.
Tengo debilidad por mis hijos y los malcriado; como pueden ver hablan, cuando deberían de escuchar”.
Personaje ‘The Godfather’. Dirección: Francis Ford Coppola. Año: 1972.
‘The Shining’ / El resplandor (Estados Unidos)
Antes de que todo se salga de control, intuimos que la relación entre Danny y su padre no es ni cercana ni emotiva. Jack Torrance, a quien da vida y gestos el prolífico Jack Nicholson, no es un padre cariñoso. Incluso podemos ver cierto autoritarismo en su proceder.
Una vez que el encierro avanza y el terror psicológico cobra fuerza, el padre deja de ser padre. Pierde por completo la dimensión moral o racional del concepto. En la escena final, el hijo reconoce el peligro y corre por su vida, mientras Jack grita “Danny, ya voy”. ¿Qué más terrorífico que eso?
No le tocaría ni un maldito pelo. Quiero mucho a ese sinvergüenza. Haría cualquier cosa por él. Cualquier cosa. Esa condenada. Mientras viva no me dejará olvidar lo que pasó. Le hice daño una vez, es verdad. Pero fue un accidente. Fue sin intención. Le pasa a cualquiera”.
Personaje ‘The shining’. Dirección: Stanley Kubrick. Año: 1980.