A sus 17 años de edad, la gimnasta soviética Olga Korbut cautivó a millones de corazones durante los Juegos Olímpicos de Munich 1972. Una adolescente rubia que pesaba 38 kilogramos se llevó, con su gran sonrisa ganadora, tres medallas de oro y una de plata. Ella popularizó la gimnasia.
Deslumbró al mundo por una razón: su creativo estilo gimnástico. Su característica voltereta hacia atrás sobre la barra de equilibrio fue una innovación temeraria que nunca antes se había visto en una competencia mundial.
La actuación de Olga Korbut marcó el fin para las bailarinas de veintitantos años que habían dominado la gimnasia femenina y allanó el camino para mujeres muy jóvenes y enérgicas como ella.
En su vida atlética, consiguió un total de cuatro medallas de oro y dos de plata. Tres de oro y una de plata en Munich y una dorada y otra plateada en los Juegos Olímpicos Montreal 1976.
Olga Korbut nació el 16 de mayo de 1955 en Grodno, actual Bielorrusia. De padre ingeniero y madre cocinera, ella comenzó a practicar gimnasia a los nueve años en una escuela gubernamental.
En 1967 inició sus entrenamientos formales bajo el mando del experimentado entrenador Renald Knysh. Dos años después, ganó el quinto lugar en una competencia nacional.
Allí efectuó por primera vez su arriesgada voltereta hacia atrás, que fue inmediatamente admirada. Este movimiento era común en el suelo, pero no en una barra de equilibrio. Poco a poco, la joven soviética se fue ganando el cariño de las multitudes.
Más adelante en su carrera, realizaría saltos mortales hacia atrás en las barras paralelas asimétricas, que tampoco eran usuales.
En 1972, Olga Korbut era la integrante más joven en su equipo nacional soviético en Munich. Ella se destacó en la rutina en el suelo, barras asimétricas y barra de equilibrio no solo por sus emocionantes rutinas y movimientos inusuales, sino también por su continua sonrisa y baja estatura.
Korbut rompió el molde de la figura fría soviética. Ella mostraba emoción, encanto, frescura. También lloró al cometer errores y se mostró feliz cuando obtenía excelentes resultados.
A mediados de 1973, fue invitada a una gira por Estados Unidos. La American Broadcasting Company (ABC) eligió a Korbut como su atleta del año, y Associated Press le otorgó el reconocimiento ‘Babe Didrikson Zaharias’, que no se entregaba a un deportista soviético desde 1931.
De esta manera, la destacada gimnasta atrajo a una nueva generación de jóvenes entusiastas por este deporte. Al cumplir 21 años ayudó a su país a ganar otra presea dorada en la competencia por equipos en 1976. En 1977, se retira del deporte olímpico.
Si bien Korbut ganaría dos medallas más en los Juegos Olímpicos de 1976, se retiró a los 22 años, considerada demasiado joven para las gimnastas en ese momento.
“Las medallas no me cambiaron a mi, cambiaron la actitud de la gente hacia mi. Yo era la misma y no cambiaré”, dice Korbut en una entrevista en el programa británico de entrevistas ‘This Morning’ en 2012.
A finales de 1979, Korbut regresó a su país y se convirtió en entrenadora del Comité Deportivo Estatal de Bielorrusia. Se casó con Leonid Bortkevich, un cantante de folk-rock ruso y dio a luz a su hijo Richard.
Korbut y su familia emigraron a los Estados Unidos en 1991 y se establecieron en la ciudad de Atlanta, Georgia.
En años posteriores, se mantuvo activa en obras sociales relacionadas a las víctimas del desastre nuclear de Chernobyl de 1986. A la par, creó su propia organización sin fines de lucro para recaudar fondos para tratamientos y suministros médicos a niños y pacientes de cáncer.
A principios de 2017 se conoció que la afamada exgimnasta vendió sus medallas olímpicas y otros elementos deportivos en una subasta, en la que obtuvo poco más de $300 mil, de acuerdo al portal de noticias NBC news.
Actualmente, Olga Korbut tiene 67 años de edad y reside en Phoenix, Arizona (EE.UU.) Se mantiene activa en redes sociales a través de su página de Facebook.