Alfaguara, Bogotá, 2017
De entrada, es digno de aplauso que este novelista y lector profesional abandone las calles quiteñas, tan transitadas por la literatura criolla, para abordar, en los dos sentidos, un tema mítico de la historia política latinoamericana: la expedición del yate Granma que zarpó de México en noviembre de 1956 con 82 revolucionarios.
Luego de una travesía calamitosa y un desembarco que los puso al borde del aniquilamiento, los sobrevivientes que no fueron apresados, entre ellos Fidel y Raúl Castro, el Che y Camilo Cienfuegos, lograron consolidarse en la Sierra Maestra y en enero del 59 entraron victoriosos en La Habana.
Sí, en Cuba esta historia ha sido contada miles de veces desde el punto de vista oficial. La novedad ahora es que los hechos son narrados por César Gómez, quien combatió por la libertad de su pueblo desde la juventud, cayó prisionero luego del desembarco, fue liberado con el triunfo de la revolución y colaboró en el Ministerio del Trabajo hasta que empezó a cuestionar la alianza con los comunistas y la deriva autoritaria que iba tomando el proceso.

Hostigado como disidente, se refugió varios meses en la Embajada de Venezuela y terminó forjándose una nueva vida en Colombia, donde medio siglo después lo entrevistaría varias veces Óscar Vela y convertiría ese material en la base de esta novela histórica.
Gran desafío resuelto con mucho oficio aunque a ratos se imponga el peso de la historia real, es decir, de esa epopeya casi inverosímil poblada de personajes que superan cualquier ficción, cuyos terribles contrastes van quedando al desnudo mientras se consolida una dictadura de corte estalinista que devora a sus mejores hijos, como exige el género.
(Pablo Cuvi)