Desde hace siete años, la música clásica ya no solo suena en teatros o salas de conciertos, también lo hace en cárceles, centros de rehabilitación de adicciones, mercados, parques, edificios patrimoniales y espacios públicos de Quito.
Los encargados de este giro fueron los integrantes de Inconcerto, un puñado de músicos jóvenes que decidieron sacar la música clásica de sus formatos convencionales para que habiten espacios cotidianos y dialoguen con nuevos públicos. Así nació, en 2017, el Festival de Música Clásica en Espacios Inusuales (Música Ocupa).

En Quito, este año, la música clásica llegará a nuevos lugares como el Museo del Carmen Alto. Gabriela Navarro, directora ejecutiva del festival, cuenta que allí se presentará ‘La Voz. La poética del espacio’, un concierto que explorará la creación femenina. Además, añade que “la iniciativa parte de Disonancias, una investigación de Isadora Ponce sobre mujeres compositoras ecuatorianas”.
Entre las novedades de la nueva edición, que comenzará este 15 de septiembre, están los conciertos en espacios inusuales de Loja. En esa ciudad se celebrarán presentaciones en el edificio en el que funcionó la primera maternidad y que ahora es un centro cultural, en el interior del predio donde está la Prefectura de la provincia y en el café-arte La Huerta.
Este año, la programación se extenderá hasta el 1 de octubre. Ese día habrá un concierto de clausura que recorrerá las calles de Guápulo. Los protagonistas serán los integrantes de la Banda Sinfónica de Bomberos.
Además, durante todo el festival habrá conciertos in situ (espontáneos). En Loja se realizarán en un mercado, en un centro de discapacidades y en una escuela. En Quito, en cambio, se activarán en tres barrios del norte. “La idea -dice Navarro- es que en medio de la situación que vive el país la gente vea, a través del festival, que el arte es una bandera de diálogo”.
La Voz
Es uno de los conciertos centrales del festival. Se realizará en el Museo del Carmen Alto, el jueves 28 de septiembre, desde las 19:00. Se trata de una presentación en la que la música y la poesía se entrelazan con el espacio para explorar distintas formas de creación femenina; un montaje que también conectará con la memoria de un lugar cargado de historia.
La casa de Celia
Celia Zaldumbide fue una destacada pianista y gestora cultural ecuatoriana. Parte de su legado musical está en Villa Celia, una casa ubicada en el barrio La Mariscal. El 30 de septiembre, a las 11:00, en esta casona se brindará un concierto de música de tradición escrita que explorará las diversas posibilidades de escucha afectiva y colectiva.
Arriba, abajo
El 21 de septiembre, en el hall de la Prefectura de Loja se presentará esta propuesta, que explora el pasado para reflexionar sobre el presente desde la historia personal de los abuelos. Es un trabajo colaborativo en el que participará el grupo Escena Continua, un proyecto independiente que lleva las artes escénicas a espacios no convencionales.
Reproducción de filmes
Durante el festival se proyectarán dos producciones audiovisuales: ‘Fragmentos sagrados’, un concierto que indaga diversas relaciones entre música y espiritualidades, desde un enfoque de género, y ‘Concierto botánico’, que reflexiona acerca de la relación sonido-naturaleza y propone un mensaje de conservación ambiental a través de la exploración estética.
Concierto de cierre
Con este concierto, los organizadores buscan que los quiteños vuelvan a caminar por las calles de Guápulo. También quieren llenar de música los pequeños espacios de este tradicional barrio: sus escaleras y recovecos. La presentación comenzará, el 1 de octubre, a las 10:00, en el mirador y terminará unas calles más abajo, en la cancha de vóley.