Por Víctor Vergara

Arte precolombino desde una perspectiva contemporánea, de profunda investigación y conexión que busca nuevas respuestas. 

La fotografía digital y análisis volumétricos en modelos 3D fueron las herramientas de exploración del artista plástico ecuatoriano Gonzalo Vargas (Quito, 8 febrero 1976) para dar un nuevo enfoque a los misterios de civilizaciones perdidas, que se situaron en la costa ecuatoriana.

Para Gonzalo, la cultura Jama Coaque (350 a.c – 1532 d.c.) y Tolita (600 a.c – 300 d.c.) dejaron atrás vestigios palpables que no sólo la arqueología puede indagar y poner a debatir respuestas sobre sus funcionalidades, sino también el arte contemporáneo. 

Es por ello que este artista presenta en el Museo de Arte Precolombino Casa del Alabado de Quito su muestra ‘Colisiones y Ensayos’. 

Una propuesta innovadora que propone el choque de la era precolombina y el moderno para comprender momentos del pasado y replantear los significados de arte y ciencia. Para el espectador, es una “colisión entre dos mundos apocalípticos”, cuenta Gonzalo a Revista Mundo Diners.

Él se enfocó en las formas de estas figuras zoomorfas, ornitomorfas y antropomorfas, para luego trabajarlas de forma digital. Una interrogante infinita invadió la curiosidad de Gonzalo: el sistema de medidas y escalas métricas utilizadas por estas civilizaciones. No consiguió respuesta. 

Sin embargo, Gonzalo descubrió a través de la fotografía digital una dinámica para deconstruir lo científico y documental de lo artístico, real y misterioso. Con cada imagen, el artista juega entre las dimensiones de cada pieza, para que los espectadores saquen sus conclusiones por medio del impacto visual.

La exposición contó con tres curadores: Pablo Lafuente, Manuela Moscoso y Manuela Ribadeneira. Ellos son los encargados de conocer el trabajo actual de numerosos artistas que entran al programa de investigación Zarigüeya/Alabado Contemporáneo. El proceso toma de seis meses a un año. En este 2021, presentan su sexta edición.

Arte para redescubrir


El objetivo consiste en crear relaciones entre las obras y diferentes artistas plásticos para confrontar nuevas preguntas críticas frente a colecciones, al arte, a la arqueología; desde la visualidad, la escultura o la pintura, cuenta Lucía Durán, directora ejecutiva de la Casa del Alabado.

Los artistas plásticos seleccionados entran en una especie de ‘conversación’ con las piezas expuestas en este museo quiteño para establecer conexiones y cuestionar qué expresan en sus estructuras.

Luego, a las piezas se les saca de su encuadre científico y arqueológico para ir más allá. Investigar y sacar a flote sus órdenes políticos y estéticos se convierte en el reto del artista, con una creativa exploración y de producción de su punto de vista.

Arte
Modelos 3D elaborados por el artista plástico y fotógrafo Gonzalo Vargas. Foto: Víctor Vergara

Una reflexión al pasado sobre su influencia en todos los sentidos en el presente. Un presente que dispone nuevas posibilidades de crear arte.

Abrir eternas preguntas y generar debates desde todos los puntos de vista forman parte de las conclusiones de este curioso explorador quiteño artístico, a su manera. La exhibición estará abierta hasta finales de octubre de 2021.

Te podría interesar:

Historias del Centro Cultural Metropolitano de Quito

Un antes y después de la iglesia Santa Clara de Asís