Marko (Marco Pérez – Caracas, 1987) tiene una cantidad abrumadora de seguidores en redes sociales. Él se define primeramente como un comediante “nato”. Su humor ha cautivado y ‘mata’ de risa a millones en toda Latinoamérica. Su especialidad: lo extremadamente jocoso, chiflado y; sí, hasta grosero (en buen sentido).
Ocho millones de seguidores en Instagram, otros dos millones en otra cuenta secundaria, más de tres millones en Facebook y casi un millón en Youtube. Aficionados a su lenguaje tan satírico, mundano y cotidiano. Con esa sazón del acento venezolano, con la que el resto del continente se identifica.
‘Sin Sugar no hay Paraíso’ es el título del show con el que el creador de contenidos caraqueño se presentará por segunda vez en Quito el 13 de mayo de 2022 a las 20:00 (Estación de Cristal Teleférico), como parte de su gira por Chile, República Dominicana, México y varias ciudades de Estados Unidos.
Un estilo de Stand Up Comedy que combina la interpretación de sus característicos personajes con improvisación astuta, descabellada, ágil y sí, subida de tono (en buen sentido, reitero).
Revista Mundo Diners conversó con el artista, quien se conectó desde Miami vía Zoom. Conserva totalmente su acento nativo y siempre ‘hablando claro’.
Desde niño incursionó en la actuación, específicamente en la televisión. Su madre Cynthia fue su más grande influencia y fanática, para hacer a los demás reír. “Mi madre es una comediante anónima y a ella le doy todo el crédito”. Su reputación como cómico se esparció durante su época colegial: “me encantaba siempre hacer reír a la gente, me generaba una emoción en el corazón”.
Sus exploraciones artísticas surcaron durante 2003-2006 los mundos del canto, música pop y la actuación. A partir de sus 20 años de edad experimentó con el teatro profesional en Caracas, que involucró la representación de otros artistas escénicos y escritor de guiones.
Por 2014 buscó nuevas fronteras. Desde Estados Unidos luchó por encontrar sus propios espacios y ganar nuevo terreno desde cero, sin ser reconocido por nadie en ese entonces. Instagram y Facebook se volvieron sus canales en rápido aumento con sus creativos videos chistosos. Desde ahí, despegó.
Logró su primer millón de seguidores en Instagram. A la par, vio el potencial para también realizar ‘comedia de motivación’. Eso le llevó a ganar tres premios Emmy Latino en 2018 por su documental ‘El Poder de Un Post’.
Cuando muchos no creían en el negocio de las redes sociales, Marko se adelantó desde hace siete años para crear un mercado de negocios en Youtube, Instagram y Facebook. Monetizar la risa y reinventarse cada día.
“Ese es mi máximo reto, la creación constante de contenido con toda la agenda que tenemos (…) lo que sé hacer más son videos virales a través de la identificación de masas, por lo que más se sientan identificados todos”, cuenta el famoso influencer.
Marko trabaja con un equipo propio de producción de sus videos. Se concentran en escribir y burlarse de situaciones cotidianas con las que puedan todos conectarse, desde algún enfoque.
Las ayudas sociales son fundamentales, dice. A través de su gran conexión con millones de fanáticos de sus locuras, le llegan diariamente casos de niños o jóvenes que necesitan ayuda económica o logística para ser operados o que están afectados por alguna enfermedad terminal. Marko actúa “sin intermediarios” para que su gran masa de seguidores apoyen por medio de crowdfunding estos casos.

Para mediados de 2022, Marko anunciará una nueva serie para redes sociales, la segunda temporada de su programa de entrevistas ‘La Nave’ y una nueva película cómica que protagonizará, titulada ‘Cosas Claras’.
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