En la última década, la artista ecuatoriana María Pérez ha volcado su creatividad al mundo del arte textil. Una muestra de ese trabajo se exhibirá hasta el 15 de septiembre, en la Galería N24.
A María Pérez le gusta trabajar con sus manos. Primero experimentó con el grabado y la pintura y luego, con el dibujo y la escultura en papel maché. Desde 2010 está dedicada al arte textil. En esencia, lo que ahora hace en su taller es coser y bordar personajes, objetos y escenas de su vida cotidiana, jugar con su imaginación y abrirle espacio a la memoria.
Personaje
En la obra ‘Complacencias y Malquerencias’ aparece Tita. Pérez está convencida de que su gata es un animal lleno de caché y elegancia, uno que bien podría codearse con la realeza británica. Por eso, sobre su cabeza bordó una frase en la que se lee: “Es toda una dama inglesa…” Y junto a ella cosió una taza de té y un sombrero de color rojo intenso.

Objeto
Cuando no está en su taller, a esta artista le gusta ver el mundo trepada en una bicicleta. Sobre esas dos ruedas siente la misma libertad que experimenta cuando se afana en una nueva creación artística. Uno de los objetos que exhibe en esta muestra es una pequeña réplica de su amada bici, forrada con retazos de telas y con hilos de muchos colores.

Escena cotidiana
Pérez tiene añoranza por el campo, el lugar donde vivió sus años de infancia. Cada vez que puede se escapa de la ciudad para conectarse con la naturaleza. En el centro de ‘Secretos’, una pieza que armó con decenas de retazos de telas, bordó una historia llena de montañas, nubes, árboles, una casa y un perro, otra de las constantes de sus bordados.

‘Al margen de ojalá’
En la exposición, que se inauguró el último miércoles, Pérez muestra obras que abarcan más de una década de trabajo y también parte de la materia prima que usa para sus creaciones. Lo primero que aparece al entrar en la Galería N24 son decenas de corbatas, donación de un amigo ciclista que le sirvió para armar sus ‘nudibranquios’.
‘Nudibranquios’ es una serie de piezas que tienen la apariencia de tentáculos, similares a los que aparecen en la cabeza de ‘Vidita’, la muñeca de tamaño real que está en medio de la galería y que está bordada de personajes y objetos de pies a cabeza. “Vidita -cuenta Pérez- tiene 13 años y en ella decidí coser la vida”.
La muñeca tiene tres piernas: la señorita, la deportista y la patillucha. En una de sus manos lleva bordado un corazón y con la otra sostiene a un hombre. Uno de sus senos es una serpiente y otro, un ramillete de corazones. En su rostro está el lunar de Marilyn Monroe y sobre su ropa hay un montón de objetos y personajes que son parte de la vida de Pérez.
Con las telas que le donan y con las que ella compra, ha creado retratos. Los que reunió para esta muestra son de pequeño formato; en ellos se ve su gusto por divertirse, por jugar con los retazos de tela y con los hilos. Aquí, las caras tienen pedazos de mangas de camisas, de corbatas, de sacos y de vestidos.
En el fondo de esta práctica artística está su abuela, una mujer experta en tejer en croché. Pérez recuerda que por ese oficio perdió la vista, hacía puntadas chiquitas, y que su trabajo era muy laborioso. De ella heredó el gusto por el detalle y lo minucioso, características que ahora aparecen en todas sus obras textiles.
Como sucedió con su abuela a lo largo de la historia, miles de mujeres han cosido y bordado toda su vida en la intimidad de sus casas, mientras hacen otros oficios considerados domésticos. Por eso, para Pérez su arte textil no solo es otra forma de expresión artística sino una manera de conectarse con la memoria.
Es una manera de elevar estas artes consideradas menores, por ser manuales y domésticas, y a las que muchas personas no consideran arte”.
María Pérez



Vivir y coser
Hace más de una década, la artista ecuatoriana Ana Fernández convocó a un grupo de mujeres, entre ellas artistas plásticas, ceramistas, bailarinas, fotógrafas, diseñadoras y costureras, para armar un grupo de costura. El resultado de ese trabajo se convirtió en la instalación textil ‘Casa de muñecas’, que se exhibió en 2010.
Desde entonces, este grupo de mujeres, entre las que se encontraban artistas como Paula Barragán, María Mosquera, Josie Cáceres, Belén Mena y María Pérez siguió juntándose para coser pero, sobre todo, para conversar de sus vidas y disfrutar, a ratos en silencio, del placer de cada puntada.
Pérez, además, se apuntó a talleres de costura para aprender nuevas puntadas. Luego vinieron el juego y la creatividad. Dos aspectos que atraviesan toda su obra artística. Cuando cose, yuxtapone telas y enreda hilos. Juega pero también recicla y reutiliza todo lo que hay en su taller. Para ella, lo importante es divertirse y hacer las cosas con amor.
María Pérez

- Graduada de la Universidad de Maryland, EE.UU., con una licenciatura en Artes (Bachelor of Arts) con especialidad en Pintura, Dibujo y Grabado.
- Ha realizado cursos de especialización en diversas áreas: vidrio (Pilchuck Glass School), ilustración (Taller Rodez), grabado (Estampería Quiteña), literatura (Universidad Andina Simón Bolivar).
- Ganó una mención de honor en el Salón Mariano Aguilera (1995) y fue nominada al Corning Foundation Award (1999) por Pilchuck Glass School.
- Como gestora cultural, creó el proyecto artístico social ‘El Camión del Arte’ (talleres itinerantes de artes visuales para niños de escuelas en comunidades rurales remotas de la provincia de Pichincha.
- Dirigió ‘Talleres Abiertos Quito’ en sus dos ediciones: Verano de las Artes Quito y Fiestas de Quito, para el Municipio del Distrito Metropolitano de Quito.