‘Los Genios’ es el nuevo libro del escritor peruano Jaime Bayly. En él narra, muy a su modo, la sui géneris convivencia entre los premios Nobel de Literatura; el colombiano Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa, su paisano.
Jaime Bayly no es tan famoso como los dos protagonistas de ‘Los Genios’, pero casi. Lo cierto es que este peruano-estadounidense de 58 años, 1,87 metros de estatura, abdomen ampuloso y cerquillo corte Beatle, es una de las estrellas literarias más mediáticas de las últimas décadas.
La larga y exitosa trayectoria de este escritor, periodista y comentarista se cimenta en una sólida cultura, un humor más afilado que cuchillo parrillero y, principalmente, en una lengua y una pluma que pueden ser destructivas Molotov o empalagosos dulces, según las circunstancias y sus preferencias.
Armado de estas fortalezas, Bayly se alió con la editorial Galaxia Gutenberg para dar vida a ‘Los Genios’. Esta es una novela, de 238 páginas, cuya trama saca los trapos al sol de la convivencia de dos de los cinco latinoamericanos Premios Nobel de Literatura: Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa.
El puñetazo a Gabo
El leitmotiv del que se vale para escarbar y fantasear a su gusto y conveniencia en la relación de estas dos celebridades fue un acontecimiento acaecido en febrero de 1976, en la Cámara de la Industria Cinematográfica de México. Sucedió en la proyección del documental ‘La odisea en los Andes’, un accidente aéreo sufrido por un equipo de rugby uruguayo en 1972 y cuyo guion escribió Vargas Llosa.
Vargas Llosa y García Márquez se encontraron en el auditorio. Cuando el segundo se preparaba para abrazar a su “hermanazo” del alma, este le recibió con un directo de campeonato mundial al grito de “esto es por lo que le hiciste a Patricia”, su prima y, ya en ese tiempo, exesposa.
El derechazo envió a la lona al colombiano, rompiéndole los lentes, amoratándole un ojo y durmiéndole como con escopolamina. Ese suceso es el pretexto y el hilo conductor de la trama de la flamante novela del carismático e irreverente Bayly.
Este -luego de la infaltable investigación – se espabila a discreción en los logros, frustraciones y fracasos de los dos escritores, quienes se conocieron en el aeropuerto de Caracas en agosto de 1967. Con deleitosa morosidad, una ironía elevada a la máxima potencia y poca rigurosidad histórica, Bayly disecciona sin remordimientos las disímiles bitácoras de los dos escritores.
‘Los Genios’
Bayly no deja rincón sin barrer en esa amistad entre el creador de ‘Cien años de soledad’, hombre relativamente fiel que tuvo que vivir por años de las sobras que dejaban los restaurantes parisinos en los basureros; y el autor de ‘Conversación en la catedral’, aristocrático de cuna y a quien unas piernas bien torneadas y un rostro agraciado lo ayudaron a involucrarse con varias mujeres. Obsesión que ha sido causante de todas sus cuitas, como puede dar fe Isabel Preysler.
El humor refinado -pulido por tantos años de oficio- que esgrime Bayly, sumado a su innegable experticia como narrador, hacen que ‘Los Genios’ sea un texto ligero y agradable; muy fácil de digerir. Y logra momentos y situaciones imperdibles, casi de realismo mágico, que llegan hasta la caricaturización.
Dos botones de muestra: el insólito motivo que significa el rompimiento de Vargas Llosa con una de sus amantes; y el descubrimiento y posterior operación de sus hemorroides, con una circuncisión de yapa exigida por la misma mujer.
Claro, ‘Los Genios’ no es una obra maestra. Tiene fallas evidentes. La principal es la desigualdad entre los capítulos dedicados al Vargas Llosa y al Gabo a quien califica como campechano, simplón y supersticioso, aunque ya famoso aprendió a degustar del champán, las trufas y el caviar.
Bayly deja para casi el final la solución del por qué del puñetazo aquel en el auditorio mexicano. Lo hace como un experto libretista de telenovelas que, por cierto, es uno de sus pendientes.
Jaime Bayly
Jaime Bayly Letts nació en Miraflores, Lima, en 1965. Pertenece a la clase aristocrática peruana más rancia. Aunque empezó a estudiar derecho se decantó por el periodismo y, en 1983, empezó su carrera televisiva como presentador. En 1994 publicó su primera novela: ‘No se lo digas a nadie’, de claro corte homosexual. ‘Los Genios’ es el último de sus 20 libros.