El concepto más familiar para adquirir cualquier conocimiento se realiza a través de la lectura, sea de un libro, un e-book o un audiolibro. Pero, ¿cómo leer a otra persona y aprender de ella?
La nueva tendencia en muchos países: las librerías humanas. Cualquiera lo puede percibir como un concepto nuevo, pero fue en Copenhague en el año 2000 donde se inició esta disposición cultural que propone romper estereotipos, barreras raciales y prejuicios sociales.
La organización internacional ‘The Human Library’ promueve los derechos humanos y la cohesión entre grupos de personas, para crear mayor entendimiento, empatía y oportunidades para que unas personas aprendan de otras a través de sus lecciones de vida e historias personales.
En una ‘biblioteca humana’, se pueden consultar libros que son personas voluntarias. El proceso comienza con seleccionar a un voluntario que se ofrezca en participar para dar a conocer sus relatos de vida.
Cualquier lector puede elegir el libro humano de su preferencia, para conocer a fondo historias de personas con discapacidad, problemas con el alcohol, homosexuales, enfermos terminales, desempleados, cristianos o musulmanes.
Luego, el lector inicia una charla personal por aproximadamente unos 30 minutos con el libro humano elegido. Una conversación íntima con compromiso, donde se realizan preguntas y repreguntas. Esa interacción ofrece una perspectiva de vida completa sobre ese texto humano.
¿Cómo funcionan las librerías humanas?
El concepto se basa en una conversación personal más que en una presentación o conferencia.
Esta práctica ofrece la oportunidad perfecta para ponerse en los zapatos de los demás. Entre otras ventajas, ayuda a despejar falsos conceptos, acabar ciertas discriminaciones y desmoronar posibles actitudes negativas en el interior de los pensamientos de cualquier lector.
En los primeros años, el proceso de distribución de las bibliotecas humanas en Europa fue lento. Desde el 2008, el concepto aterrizó en Estados Unidos y Canadá. Luego en 2018 se estrenó en países como Panamá, Kenia y Botsuana.
Actualmente, las bibliotecas humanas han abierto las páginas de sus libros vivientes en más de 85 países. The Human Library posee su marca registrada a escala mundial. La capital danesa alberga la sede principal de la organización sin fines de lucro, donde se gestionan los acuerdos de cooperación locales o internacionales.
En junio de 2021, Nichola Swallow fue elegida como ‘el libro del mes’. Es una inglesa que fue lectora y posteriormente se ofreció como voluntaria para compartir sus historias sobre desórdenes alimenticios.
La Universidad Thomas Jefferson (Filadelfia, EE.UU.), la Biblioteca Pública de Brooklyn (Nueva York) o empresas como eBay, Heineken y Microsoft son parte de las entidades que colaboran y reciben eventos relacionados a las bilbiotecas humanas.
Cualquier persona en el mundo que considere que tiene en su vida historias que pueden ayudar a otros o sobrevive bajo estereotipos o luchas personales, puede convertirse en un ‘libro humano’ o bibliotecario, a través de un formulario en la página web oficial de la organización.
At “The Human Library,” it's not books but people that are on loan. They’re all volunteers from diverse backgrounds, and each one has a story to share. @MattMcBradley has the story. pic.twitter.com/hbSHvX44AH
— 3rd Hour of TODAY (@3rdHourTODAY) August 9, 2021
El 15 de agosto de 2021, la organización publicó en su cuenta de Facebook que, tras las consecuencias por la pandemia de covid-19, los eventos presenciales retornarán poco a poco a las bibliotecas públicas y comunitarias de EE.UU.
Las fechas y próximas agendas de actividades de las librerías humanas se podrán consultar en esta red social.
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