El escritor japonés Kenzaburo Oé ganó el Premio Nobel de Literatura en 1994, el segundo para los nipones. Falleció el pasado 3 de marzo, a los 88 años, pero la noticia se hizo pública recién este lunes 13.
A finales de los años 50 del siglo pasado, Kenzaburo Oé era un joven estudiante de la Universidad de Tokio. Le interesaba la obra de Jean-Paul Sartre y escribir relatos, ensayos y novelas.
La primera fue “Arrancad las semillas, fusilad a los niños” (1958) Ese mismo año apareció “La presa”, una historia ambientada en la Guerra del Pacífico y protagonizada por un soldado negro y un grupo de niños.
Su escritura tomó un giro inesperado tras el nacimiento de su hijo Hikari, que fue diagnosticado con hidrocefalia y autismo. Desde entonces, se dedicó a escribir sobre el sufrimiento humano y a retratar a la sociedad contemporánea.
De este ejercicio aparecieron libros como “Una cuestión personal”, “Un grito silencioso”, “Dinos cómo sobrevivir a nuestra locura” y “Cuadernos de Hiroshima”, donde reúne las conversaciones que tuvo con los supervivientes de esa tragedia.
En una entrevista que tuvo con el periodista español Xavi Ayén, en 2005 para La Vanguardia, contó que ese fue el viaje más extenuante de su vida, pero que se encontró con una profunda humanidad y coraje.
Aunque parezca raro, fui yo el que salí de allí animado por ellos, y no al revés”.
Kenzaburo Oé, sobre sus conversaciones con supervivientes de Hiroshina.
“La presa”
Corren los días de la Guerra del Pacífico y un avión enemigo se estrella en las montañas de una aldea de cazadores. Los habitantes capturan al único superviviente, un soldado negro. En una aldea hundida en un valle, en mitad de un bosque y aislada después de una durísima época de lluvias, la escuela está cerrada y los niños descubren, con la llegada del prisionero negro, una realidad excepcional, entre el terror y el asombro.
“Una cuestión personal”
Cuenta la terrible odisea de Bird, un joven profesor de inglés abrumado por una complicada existencia cotidiana en el Japón contemporáneo. Su anhelo secreto es redimirse a través de un mítico viaje por África; donde, según cree, su vida renacerá plena de sentido. Estos proyectos sufren un giro de 180 grados cuando su esposa da a luz un monstruoso bebé, condenado a una muerte inminente o, en el mejor de los casos, a una vida vegetal.
“Dinos cómo sobrevivir a nuestra locura”
Uno de los relatos de este libro se titula “El día que Él se digne enjugar mis lágrimas”. El protagonista es un hombre gravemente enfermo, que recuerda los días posteriores al lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima, cuando su padre, en una ridícula acción suicida, ofrendó su vida al Emperador de Japón. Un Emperador que, por entonces, decidió en un gesto insólito abandonar su categoría divina y hablar a sus compatriotas como si fuera un humano más.
“El grito silencioso”
En este libro cuenta lahistoria de dos hermanos, Mitsusaburo (Mitsu) y Takashi (Taka), y su búsqueda por descifrar los complejos signos de su destino. Los dos hermanos viajan a la isla de Shikoku, tierra de sus ancestros, persiguiendo las huellas de un antepasado que cien años antes había capitaneado una revuelta campesina. Taka, que se identifica con él, para emular su coraje lleva a revelarse a los muchachos del equipo de fútbol que dirige.
“Cuadernos de Hiroshima”
En agosto de 1963, el autor se dirigió a Hiroshima para hacer un reportaje sobre la novena conferencia mundial contra las armas nucleares. Oé se interesó de inmediato por los testimonios de los olvidados del 6 de agosto de 1945: ancianos condenados a la soledad, mujeres desfiguradas y, sobre todo, los médicos que luchaban contra los efectos tóxicos de la radiación. Oé cuenta su heroísmo cotidiano y su rechazo a sucumbir ante la tentación del suicidio.
La mayoría de sus libros, traducidos al español, se encuentran bajo el sello de la editorial Anagrama.