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Javier Vásconez viene como un ‘coleccionista de sombras’

Por Víctor Vergara

La serenidad urbana se cuela por las ventanas de la cocina de Javier Vásconez (Quito, 1946), quien reside cerca del parque Santa Clara de San Millán. Le encanta ese sector. El aroma a café negro invade cada uno de sus libreros, desde donde se vislumbra un caos organizado de sus textos favoritos. Su fascinación por Kafka es notoria a simple vista.

El reconocido escritor ecuatoriano recibió a Revista Mundo Diners en su domicilio.  Una charla con ese rico café en mano sobre su próxima novela ‘Coleccionista de Sombras’ bastó y sobró para conocer la inflamada emoción por su nueva obra. 

Los españoles fueron los primeros lectores en tener a la mano el libro, cuando Javier lo estrenó en la Feria del Libro Madrid, Barcelona y Málaga a mediados de septiembre de 2021. Se registrará una presentación especial en la librería ‘Rafael Alberti’ de Madrid el 7 de octubre de 2021. Luego, en Ecuador se estrenará a finales de ese mes.  

Javier Vásconez
El escritor Javier Vásconez desde su domicilio en Quito. Foto: Víctor Vergara

Javier detalló sobre los personajes en su nueva historia. Quiere que sus seguidores y nuevos lectores encuentren sorpresas. 

Sigue entremezclando mundos de sus experiencias literarias de Europa y Quito. Las reflexiones sobre la pandemia, su eterno gusto sobre la hípica y sus nuevas lecturas se dejaron entrever.

En ‘Coleccionista de sombras’ usted viaja en un repaso de diferentes fases de su vida en varios países, ¿fueron recuerdos felices, nostálgicos, traumáticos?

-Bueno, una novela es un despliegue de situaciones en las que hay de todo un poco. Hay capítulos relacionados con el amor, con el crimen, como ocurre con el personaje de la señorita Zaldumbide; que vive en una casa negra, un poco gótica, que está ubicada cerca del parque Santa Clara (Quito). 

Está el Conde, que es un personaje importante, que recoge una serie de elementos de la novela, que tiene un casino clandestino en La Circasiana, también relacionado a la locura.

Denise es una mujer que se mueve en dos direcciones: por un lado es la amante del Conde y llega a tener una relación especial por Vásconez.

¿Cuánto tiempo le llevó trabajar en esta nueva novela?

-Esta novela ha estado inédita dos años a causa de la pandemia y otros temas editoriales. Me tomó un par de años escribirla. Es una síntesis de mi universo literario anterior.

Primero escribí un capítulo, que se llamaba ‘Un Conde en el parque’, que lo publiqué de forma independiente; luego continué.

Osea, aprovechó la pandemia para escribir…

-Yo me he pasado la vida un poco encerrado. No me costó demasiado seguir encerrado, pero claro, las noticias, el horror de la muerte fueron muy doloroso. A partir de ahí, escribí un cuento que se llama ‘Matiné en el cine Bolívar’ que está relacionado con la pandemia. También, le di una última corregida a ‘Coleccionista de sombras’.

A principios de 2021, publicó su antología de cuentos ‘Casi de Noche’, ¿cuál fue la necesidad de recopilarlos y repasar su obra?

-La editorial (Pre-textos) tuvo la idea de hacer una antología de mis cuentos como una forma de exponer mi narrativa al público español. Creo que ha salido muy bien, ha sido exitoso, han salido artículos publicados en Zaragoza, Madrid, Barcelona.

Hay un denominador común entre estos cuentos: lo sombrío y oscuro de algunos personajes. ¿de dónde salen estos perfiles?

-Para mí no son oscuros, son parte de la realidad. Es difícil generalizar de dónde vienen los personajes. Si intento hacerlo, empezaría a hacer mala literatura, tratando de engañarme a mí mismo. Es cuando un personaje se instala en la mente de un escritor, sea de una visión o imagen, ahí arranco, allí empieza la aventura.


¿Y todavía le sigue fascinando Quito para desplegarlo en los escenarios de sus obras?

-Quito es un escenario como cualquier otro. No se trata de encontrar recovecos interesantes, se trata de inventarlos. A partir de ahí he intentado conectar a esta ciudad aburrida y tediosa con París, Barcelona; es crear un puente imaginativo, es lo que he intentado hacer. 

Un repaso a las obras de Javier Vásconez


En parte de sus obras escribe sobre carreras de caballos. Están presentes en ‘La sombra del apostador’ y también en el cuento ‘El jockey y el mar’. Por qué la fascinación con el tema hípico?

-Eso viene desde la infancia. En Quito había hace muchos años un pequeño hipódromo en lo que es ahora el parque La Carolina. Ahí nació mi primer interés por los caballos y jockeys. Esa obsesión, como ocurre muchas veces en mis libros, viene de niño. Cuando voy a otras ciudades, lo primero que visito son los hipódromos. Una carrera de caballos es algo que va más allá del deporte; es todo el mundo que hay alrededor: las apuestas, la atención que eso provoca, los personajes que se mueven alrededor de un hipódromo, todo eso me resulta a mí muy interesante.

En el documental ‘El narrador en su tinta’ grabado en 2010, aseguró que un escritor se hace escritor cuando ha creado mucho y crea su propio estilo, ¿qué tan difícil es conseguir eso?

-Un escritor se hace sobre la marcha. Creo que ese término tan manoseado como es el ‘estilo’ y que a veces nadie sabe exactamente qué es; yo sí creo que existe. Existe en la medida que un escritor logra expresar una forma de mirar, mirar una ciudad, una mujer, una situación concreta: ese es un estilo. Luego viene la parte del escrito, las frases, conseguir los adjetivos, verbos, es conseguir un estilo.

Entre sus tantos libreros, ¿cuáles obras ha leído recientemente?

-‘Los náufragos del Batavia’ de un escritor belga (Simon Leys). He leído una biografía de (José) Lezama Lima, de Ana Nuño. También una serie de crónicas de Leila Guerriero. Además, acabo de descubrir a un escritor argentino.

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