Disfrutar de la lectura es uno de los placeres en un viaje de vacaciones y cada vez es más común encontrarse con montañas de libros que algunos hoteles dedican ex profeso al ocio de sus huéspedes.

Boutique Hotel Cultura Manor.

En una casa del barrio La Mariscal, ubicada entre las calles Jorge Washington y Ulpiano Páez, funciona el Boutique Hotel Cultura Manor. Este espacio, que mezcla tradiciones europeas y tendencias contemporáneas, cuenta con algunas distinciones, entre ellas el Premio Arquitectura, en 1933 y el Premio a Mejor Proyecto Turístico de la ciudad, en 2015.

Este hotel de lujo fue objeto de una cuidadosa restauración en la que resalta la inspiración en el Renacimiento, específicamente en obras de Botticelli, y en toques de “realismo mágico”. 

Aquí, la lectura es uno de los pasatiempos que privilegia el servicio, con alrededor de 4600 libros que están a disposición de los huéspedes tanto en la sala de lectura como en las habitaciones.

La biblioteca es una de las estancias de mayor rigor ornamental y conserva muebles ingleses y ventanas elaboradas con madera de olivo que en los años treinta fue trasladada desde Uruguay en barco y desde Guayaquil a Quito en mula.

Hotel biblioteca en Colombia

Biblioteca del hotel Mariscal Robledo.

En Colombia, los turistas se pueden conectar con los libros, la historia y la cultura en el interior del hotel Mariscal Robledo, ubicado en la ciudad Santa Fe de Antioquia. 

La edificación, señala su información histórica, “ha sido espectadora del paso del tiempo y testigo de grandes cambios” como el cambio del teléfono al celular, la máquina de escribir al computador y de antiguas cámaras al lente moderno”.

Además de objetos de colección (fonógrafo, cámaras de filmación, proyectores de cine, muebles de un antiguo teatro, etc), su bien más preciado es la biblioteca con 20 000 volúmenes, “una de las colecciones privadas más completas” de Colombia, según señala su portal web.

Entre las reliquias hay “libros antiquísimos, publicados en Europa y encuadernados en cuero de animal”, así como reediciones, obras que dejaron de circular en el mercado y volúmenes que “por razones extraliterarias nunca llegaron a los lectores”, señala un reportaje del periódico El Colombiano.

Pero, “un lugar de honor” es el de obras y objetos sobre el Quijote que los propietarios quieren colocar en un futuro en un área especial para el disfrute de los interesados en la obra de Cervantes.  

De Zúrich a Barcelona

B2 Hotel de Zúrich.

Un claro ejemplo de lo que puede asombrar a un huésped en busca de ocio es el B2 Hotel de Zúrich, en Suiza. Además de su peculiar ubicación en una antigua fábrica de cerveza remodelada y tener un jacuzzi en la azotea, cuenta con estanterías de más de diez metros de alto alojan 30 000 libros. 

Más que un sitio para disfrutar de la lectura, en el que también funciona un restaurante y un bar, “es un punto de encuentro” en el corazón de las instalaciones donde “la gente come, bebe, habla, ríe y lee”.

hotel biblioteca
Library Hotel Collection.

En Manhattan hay otro hotel donde los libros no son solo un accesorio de decoración. Se trata del Library Hotel, perteneciente a la cadena Library Hotel Collection, que se inspira en la cercana Biblioteca Pública de Nueva York.

Cada piso está dedicado a ramas del conocimiento como ciencias sociales, literatura, filosofía e historia, entre otras, y más de seis mil libros que están repartidos en las habitaciones.

Además de un centenar de placas de bronce con célebres inscripciones literarias, en el bar los cócteles están inspirados en la literatura y algunos espacios están dedicados al mismo motivo como la Sala de escritores y el Jardín de poesía.

En Europa también está el Cotton House Hotel, en Barcelona, España, que atesora un pasado histórico ya que fue sede de la Fundación Textil Algodonera. La belleza arquitectónica del inmueble se aprecia en elementos originales del siglo XIX como es la decoración de techos, suelos y paredes.

La biblioteca, antiguo sitio de reunión de los socios del gremio, es “el rincón donde los huéspedes pueden relajarse, resguardados del bullicio de la gran ciudad, y degustar el tradicional té a media tarde”.

Dormir entre libros

La biblioteca de Gladstone, en Gales, Gran Bretaña, fue fundada en 1902 con la colección personal del político y erudito William Ewart Gladstone. Allí, literalmente, “se duerme entre libros”. 

Se presenta como “la única biblioteca residencial del Reino Unido”, donde además de un centro de investigación y estancias para estudiar o hacer un retiro relajante, hay disponibilidad de hospedaje en veintiséis habitaciones.

En su colección de más de 150 000 títulos ocupa un lugar primordial el legado de Gladstone, quien, antes de morir en 1898, trasladó personalmente los 20 000 libros que poseía en el castillo de Hawarden a un inmueble temporal en el mismo terreno donde se encuentra la actual biblioteca.

Académicos, historiadores, estudiantes, clérigos, escritores y dramaturgos son asiduos usuarios del inmueble galés en el que se han gestado, durante la última década, más de 300 libros de diversos autores.

Habitación en Biblioteca de Gladstone.