“Los pintores no estamos solo para pintar cosas bonitas” aclara el artista plástico ecuatoriano Hernán Illescas (Azuay, 1961) frente a los asistentes a su nueva muestra titulada ‘Conexiones’ en Quito. Él pone en evidencia el lado oscuro de la humanidad. Y es que todo está conectado en el gran remolino del mundo.
40 piezas de grandes dimensiones mayormente hechas en acrílico y algunas otras en óleo recopilan lo devastador, lo deprimente, los conflictos bélicos, la pandemia por covid-19 pero también lo lúdico, la magia, los colores, la riqueza de la humanidad. Pasiones y memorias de los más de 40 años de trayectoria de Illescas. Su estilo se enmarca en la corriente neofigurativa.
El pintor comentó a Revista Mundo Diners que el arte y las crisis mundiales están inevitablemente conectadas. Es una consecuencia irreversible.
“El artista en sí es una esponja que absorbe todo lo que pasa en el mundo y es su responsabilidad desde la cultura el ser sensibles y contar las memorias de lo que pasa hoy o en el pasado”, dijo Hernán Illescas desde la galería principal de las instalaciones de la Alianza Francesa en la capital ecuatoriana.
Illescas no deja de pensar en problemáticas como la contaminación de los mares o la deforestación. Son elementos que denomina como “imperfectas bellezas”, que deben ser apreciadas con carácter crítico. Una excusa inevitable para revolver la espiritualidad de los observadores.
Un ejemplo de ello es ‘Tiempos de Angustia’ (2022). La guerra entre Rusia y Ucrania lo llevó a juntar sombras de soldados, edificios en llamas y rostros de víctimas en el lienzo.
Su colorida serie de ‘ángeles’ (2017-2018) nos recuerda que desde el cielo nos ofrecen abundancia y custodia. ‘La Soberbia del Deseo’ (2008) y el ‘Incierto Oceánico’ (2017) proponen una visión caótica de la Tierra en el caso de que los cascos polares se derritan a causa del calentamiento global.




Para Hernán Illescas, el acrílico se ha convertido en los últimos años en un material “rápido y dinámico” a diferencia del óleo, del que no se desprendió los primeros 25 años de carrera “por su flexibilidad”. Ahora, expone por primera vez en una sede de la Alianza Francesa en Ecuador.
“Esta colorida y simbólica exposición aborda temas universales, humanistas y de actualidad como la memoria, el calentamiento global, las pandemias, la migración, la madre tierra… Puede comunicar a cada uno de nosotros”, señala Sabrina Ferchaud, directora cultural de la entidad.
Hernán habla con dificultad. Su tráquea quedó afectada tras estar hospitalizado y entubado a principios de 2021 tras las consecuencias de luchar contra el coronavirus.
Durante el confinamiento en 2020 aprovechó para trabajar en series como ‘El Holocausto’. El covid-19 le tomó por sorpresa, al punto de tenerlo un mes en cama y nueve días en cuidados intensivos. Su voz quedó afectada como parte de las secuelas.
Aún así se anima a ofrecer largos recorridos dentro de la galería explicando su obra a quienes siguen su obra.

“Hoy celebro con ‘Conexiones’ el salir de esa condición tan crítica. Yo digo que el artista es un luchador de por vida. Esa fortaleza me sirvió para defenderme de la pandemia y hoy celebro la vida”, cuenta Hernán Illescas.
Esta muestra viene de ciudades como Guayaquil y Azogues. Próximamente se llevará a Cuenca. La gestión cultural, la cerámica y el muralismo de bajos y altos relieves forman parte de otras actividades paralelas de este artista.
Te podría interesar:
- Ray Loriga, un adicto del amor que explora la amistad y la muerte
- Sobre ‘Air’ y Ben Affleck
- Nuestra responsabilidad como ciudadanos ante el impacto de la humanidad en el medio ambiente
- Premio Nuevo Mariano, otra ventana al arte contemporáneo ecuatoriano
- Humazapas celebra los sonidos de los Andes en su primer disco
Ronnie Wood, el gran pintor de The Rolling Stones