Retratos con indagaciones biográficas. Guillermo García (Quito, octubre 1967) toma rostros de la cultura pop y se apropia de las historias detrás de cada personaje. Los ojos toman el protagonismo. La cromática es innegable.
A Guillermo se le conoce mejor como ‘Giga’. Los colores cálidos y fríos se complementan en sus obras. Las perspectivas y ambientes siempre están presentes. Él elige a sus personajes retratados de forma cuidadosa. Entre ellos, Marilyn Monroe, John Lennon, Joaquín Sabina, Jim Morrison, Mercedes Sosa, Leonel Messi, Andy Warhol, Bob Marley o incluso Jesucristo.
Revista Mundo Diners conversó con el artista quiteño desde las instalaciones de la Galería The Collector’s Club en Cumbayá. Su más reciente exposición titulada ‘Mi experiencia Retro’ se expone allí hasta el 19 de junio de 2022.
En el siguiente vídeo, Giga amplía el concepto de su labor cromática y conceptual:
La conexión con la pintura fue a temprana edad. Giga se enamoró del dibujo en las aulas de clases en el colegio San Gabriel. Tuvo sus tropiezos. No salían los trazos como quería.
Durante una época dibujaba cómics, inspirados por revistas que llegaban a sus manos. Fue un hobbie, una manía de dibujar lo que espontáneamente veía. Nunca lo vislumbró como una profesión. Él vivió la transición de las explosiones de colores en los medios tradicionales: televisión, radio y vallas publicitarias. Esa época influyó indudablemente a enamorarse de los colores intensos.
Su padre de nombre homónimo le apoyó siempre hacia su inquietud pictórica. A sus 16 años de edad, las primeras lecciones académicas en pintura, dibujo y carboncillo fueron impartidas por los maestros Vicente Rivadeneria y César Tacco.
“Con Tacco tuve una amistad peculiar. Él tenía mucha experiencia y nos encantaba andar juntos. Me supo transmitir experiencias más allá de las artísticas, fueron de espiritualidad y filosóficas. Ya nadie te transmite esos conocimientos”, recuerda Giga.




Alguna vez coqueteó con la idea de estudiar Artes en la Universidad Central del Ecuador. Sin embargo, priorizó su prematuro rol como jefe de familia y dedicarse al comercio. Pasaron los años. No fue sino hasta los 40 años de edad que decidió hacerlo.
Tomó clases profesionales de pintura clásica en la Universidad San Francisco de Quito. A partir de allí “no hubo vuelta atrás”. Ahora, dedica su vida a su pasión contenida por décadas.
Se convenció de utilizar óleos, acrílicos y lienzos enormes debido a su fuerte personalidad. No se apega a influencias artísticas ajenas. Interioriza sus deseos para lanzarlos con espátulas junto al espesor de las pinturas. Sonoriza su estudio con música rock de los años 70 y 80 para extraer sus emociones. Así emergen muchos de sus retratos.
“Cuando ya he hecho un estudio del personaje y su composición cromática, es una fase racional donde defino los parámetros donde me voy a desenvolver. Ya cuando pinto, pierdo la cabeza. Trato de no pensar al pintar. Pongo música a alto volumen y cojo los materiales y los lanzo, con intencionalidad estudiada, hasta que esté satisfecho con el resultado”, describe Giga sobre su proceso.
En su perfil de Instagram se puede apreciar su trabajo particular de retratos a futbolistas ecuatorianos, entre ellos: Joao Rojas, Michael Arroyo o Jhegson Méndez.
Su obra titulada ‘Ecce Homo’ la figura de Jesucristo siempre estuvo presente en imágenes en su hogar y sobre todo en su colegio de carácter católico. Un retrato obligado en sus series
es un desfogue pictórico/analítico total. En su archivo registra un conteo de 116 retratos de esta clase. Enormes y fantásticos. Si eres seguidor de Jimi Hendrix, la pieza de nombre homónimo te incita a contemplar al legendario roquero estadounidense por horas.
Su próxima meta es llevar la colección a escala internacional: Nueva York en 2023 y Dubái en 2024.