Florent Tribalat Moreel (París, 11 junio 1983) llegó a Ecuador en 2011. Unas cortas vacaciones de unos meses se alargaron más de una década. Una serie de fotografías espontáneas que surgieron sin un rumbo fijo se encaminaron hacia una contestataria idea: ¡el patriarcado viaja de generación en generación!
Él es un fotógrafo francés, con una trayectoria de unos cinco años. En mayo de 2021 publicó su libro ‘En el nombre del Padre’. La obra plasma su reflexión sobre el patriarcado y la transmisión del poder masculino en la sociedad ecuatoriana.
El texto resguarda 52 fotografías que juegan con la monocromía y la repetición de patrones, tomadas en múltiples rincones del país. Se muestran a abuelos, padres, hijos y en algunos casos bisnietos que llevan el mismo nombre de pila. Un legado familiar que va de generación en generación. Por ejemplo: tres Carlos, tres Alfredos o tres Juanes.
Revista Mundo Diners conversó vía telemática con Florent. Habla muy bien el castellano. Desde Ayampe (provincia de Manabí) explica las razones de documentar esta peculiar tradición, que traspasa las fronteras.
“Al principio era observar esa realidad entre hombres. Vi muchas familias así. La gente me decía que es muy común. A mi me parecía de todo, menos normal. Entonces pensé que había mucho que decir sobre eso”.
Él se sorprendió mucho de descubrir esta costumbre en Ecuador. Desde principios de siglo XX, en Francia se abandonó esta práctica familiar de forma colectiva, según relata el artista francés.
Lo importante para Florent fue mostrar esta discreta tradición. No le interesa denunciar o revelar las desigualdades de género entre familias. Eso queda a interpretación de cada quien, dice.
La serie de fotografías fue creada entre 2013 y 2020. Él contactó a familias ubicadas en Quito, Guayaquil, Cuenca, Galápagos, Tena, Portoviejo, Ibarra, entre otras localidades.
“Las familias eran los actores en la foto. Ellos podían decidir cómo se van a colocar en la foto, cómo se van a vestir y cómo se quieren proyectar. Eso fue importante en el proyecto”.
Cada familia estaba “muy orgullosa”, resalta. Muchas querían resaltar este hábito familiar. Unas se abrieron a la propuesta fotográfica más que otras. Él decidió tomar todas sus fotografías en un mismo sitio: la sala principal. Es el lugar público de un espacio tan íntimo como lo es el hogar, que muestra mucho de cada núcleo familiar.






Fotos: cortesía
El título del libro ‘En el nombre del Padre’ (Trama Ediciones) surgió como una anécdota. Florent escuchaba una misa radial durante un viaje de autobús cuando escuchó esa frase. “Quería algo súper formal y que se leyera algo sobre el poder”.
Florent obtuvo la colaboración escrita de la fotógrafa Martina León Validiviezo (ecuatoriana), del gestor cultural Fidel Intriago Zambrano (ecuatoriano) y los filósofos Dennis Schutijser (holandés) y Stéphane Vinolo (francés).
La ausencia de la mujer en esta obra fotográfica es sumamente notable. La fotógrafa ecuatoriana atina en su reflexión.
“En Ecuador, hasta hace pocos años, era impositivo que el apellido paterno acompañara al nombre de hijos e hijas reconocidos. No había posibilidad, entonces, que las mujeres fuéramos parte de las imágenes de este proyecto. No porque Florent nos haya excluido intencionalmente. Las leyes, la historia, el machismo ya se había encargado de aquello”, escribe Martina León Valdiviezo.