El Principito es un personaje que ve el mundo con otros ojos. Su creador, Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944) plasmó en él pensamientos infantiles con matices de madurez adulta.
Detrás de esta obra hay toda una filosofía de vida, que privilegia el amor, la amistad y las relaciones interpersonales.

Todavía se le considera de forma errónea un cuento infantil. Los niños ciertamente lo pueden leer. Sin embargo, el pasar de los años se encargará de impregnar los pensamientos más profundos de este relato en las relaciones amistosas y amorosas de esos futuros adultos.
Es un libro que va más allá de la fábula infantil: la vida del autor francés, sus testimomios y la profundidad de sus personajes.
Es una “obra pequeña pero sencillez magistral”, comenta a la Revista Mundo Diners el escritor e historiador ecuatoriano Carlos Freile. Desde el punto de vista estilístico, Saint-Exupéry fue un maestro en su narrativa.
Todo el mundo puede entenderlo. En ello, el escritor lo hizo con total intención metódica y quirúrgica, sacando todos los tumores que entorpecieran su lectura fácil y fluida. Frases simples y exactas, con estilo irrepetible.
La rosa como alegoría del amor de El Principito
La vida de Exupéry fue agitada y muy cambiante, en el contexto de la primera y segunda guerra mundial. El Principito es una alegoría de él mismo. Incluso, la flor o rosa fue inspirada en su esposa Consuelo (Suncín); su objeto de amor y de relación difícil.
Por ello, El Principito sale de su asteroide dejando la rosa, va a otros planetas buscando un amigo y luego, reconoce que la rosa realmente sí le amaba a él y viceversa.
La amistad es un eje fundamental de la vida
Como aviador, el escritor francés debía confiar en sus amigos, entre ellos, el mecánico de su avión, su operador de radio, el planificador de vuelos y estrategia militar, en fin; debía confiar plenamente en sus amigos.
Es por ello que Saint-Exupéry relata de forma sencilla que no puede existir vida humana sin amistad.
El zorro es uno de los primeros personajes del escrito, que entabla a la amistad como un reto de responsabilidad y domesticación, es decir, ambas personas se deben buscar para nutrir este lazo interpersonal.
Cada uno de los personajes que aparecen en los diversos planetas que visita El Principito representan un aspecto de la personalidad que cualquier adulto puede tener, y que dificultan las relaciones interpersonales de la vida cotidiana.
En el contexto del nacionalsocialismo alemán (nazismo) que vivió el autor francés en su vida, reflejó al Rey del cuento con los autoritarismos de una persona. Además, defendió la racionalidad contra la irracionalidad política europea en su época.
En el caso del personaje ‘vanidoso’: si una persona solo quiere ser admirada, se dificulta esa relación. El hombre de negocios se esmera en convertir a las personas en objetos. Símbolos de cualidades negativas que cualquier lector puede tener.
“Lo esencial es invisible a los ojos”, es una de las frases más recordadas. “Eres responsable para siempre de lo que has domesticado” y “si tú vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, desde las tres comenzaré a ser feliz” se convirtieron en las frases más memorables del libro.
De esta obra contemporánea universal, publicada desde 1943, se han vendido más de 100 millones de versiones y ha sido traducida a más de 200 idiomas.