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Efraim Medina Reyes: “escribir no te cura, pero te acompaña”

El irreverente autor colombiano Efraim Medina Reyes publicó ‘La mejor cosa que nunca tendrás’. La novela es la segunda entrega de una trilogía. Nuevamente aborda al dolor, factor que fortalece a su
escritura
.

Efraím Medina Reyes
El escritor colombiano Efraim Medina Reyes.

La infancia, la orfandad, la miseria, el relativo triunfo en Europa, la paternidad y no olvidar
la sombra de Cierta Chica son los ingredientes de ‘La mejor cosa que nunca tendrás’ (Seix
Barral)
. Efraim Medina Reyes vuelve a la carga con su irreverencia, con aquella poesía que
no solo se palpita con el corazón, sino con el retorcer de las tripas.

Este cartagenero regresa a su ciudad natal para saltar el charco y recorrer España,
Francia e Italia y así rescatar a su personaje Rep. Pero los viajes interiores realmente son las
rutas más complejas y profundas en un libro que desgarra la retina del lector desde la
primera página.

¿Cómo definir a ‘La mejor cosa que nunca tendrás’?

Es todo aquello cuya proximidad lo hace invisible a nuestros ojos. La incapacidad de ver
causa una eterna insatisfacción y una búsqueda inútil, cuando simplemente implica el
dejarlo ir: sea el amor o a una persona.

La ausencia del padre está presente. ¿Cómo vives tu paternidad y cómo influye en tu escritura?

Tenía seis años cuando perdí a mi padre en un accidente terrible. Esto marcó mi infancia y
el resto de mi vida. Escribir me permite reparar esa comunicación imposible. Pensé mucho
en tener hijos, consciente de mi endeble humanidad. Soy un padre muy presente y sé que
mis hijos son mis preguntas y respuestas. No hay nada que esté desprendido de ellos,
mucho menos mi escritura.

¿Abordar la pérdida es un acto de confesión o de catarsis?

Uno busca atravesar el laberinto del dolor para saber que hay más allá. Defenderse del
dolor carece de sentido, porque el dolor es una aventura producida por eventos
determinantes. La muerte de mi padre desencadeno una pobreza extrema y una madre que
se quedó sola con cuatro hijos. Esas circunstancias me fortalecieron. Escribir es una forma
de liberar y un desahogo. Escribir no te cura, pero te acompaña.

¿Cuánto te acompañó la escritura durante la pandemia?

El ejercicio de escribir es una acción de memoria, por lo que ejercita el pensamiento y la
imaginación, lo que ayuda a afrontar las dificultades. Escribir en pandemia fue un ejercicio
de humildad, de saber lo fútil, inútil y lo tonto que es querer algo.

No se debe confundir personaje con autor. Pero, ¿qué quisieras tener de Rep, y qué de Efraim se lo darías a él?

Cada cosa tiene su dimensión, y un libro está en la dimensión literaria. En Rep hay muchas
facetas de lo que he sido y de lo que soy. Pero pensar que uno es el personaje sería
desvirtuarlo. Rep es mucho más valiente y aventurado. Yo soy más responsable, pero no
podría darle eso, dejaría de ser la criatura que he creado y a la que le guardo gratitud.

La música es trascendental en tu literatura. ¿En realidad es el único espacio de libertad?

Viniendo de El Caribe no hay espacio para el silencio: todo es gritos y bulla, y en medio de
eso la música matiza. Está la fiesta y el baile frente a la miseria y la desolación. Encontré en
la música afro lo espiritual. El blues, el jazz, el soul y el rock son un refugio estético y
emocional, una fuerza de actitud para afrontar la existencia. No concibo mi vida sin música.
Sí creo que es un espacio de libertad absoluta y el medio de comunicación más potente.
Lo geográfico es determinante en esta novela.

¿Consideras que cada espacio te ayudó para realizar una cartografía emocional de Rep?

Sí, pues aquel espacio mínimo en que se desarrollaban las primeras historias está entre
Ciudad Inmóvil y Bogotá y luego se vienen otros viajes; además de lo que implica viajar a
través de los libros, el cine y la música. Pienso que todo ello amplió el mapa de mis
intereses, y eso colaboró a seguir construyendo al personaje de Rep ya en Europa. Viajar es
fundamental no solamente para quien escribe, sino para quien vive.

La novela es parte de la trilogía que arranca con ‘Érase una vez el amor pero tuve que matarlo’. Veinte años después. ¿Qué queda de aquel Efraim?

Tenía la necesidad de cerrar una especie de círculo. Este es el segundo episodio y la tercera
entrega saldrá en algunos meses y se titula ‘Cierta Chica’. Los tres libros conforman el
mundo de Rep y sus amigos, sus tragedias y sus dichas. Ha cambiado mucho, porque
aprendí en todos estos años muchas más cosas y la paternidad me cambió la vida. Solo
espero que las cosas hayan mejorado, al menos esa es mi ilusión.

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