Frida Kahlo nació el 6 de julio de 1907 en el barrio de Coyoacán, en la Casa Azul, convertida en museo, que fue su hogar junto a Diego Rivera y donde murió el 13 de julio de 1954.
La artista solía decir que su fecha de nacimiento era 1910, de manera que coincidiera con el inicio de la Revolución mexicana (1910-1917-1924).
Sus padres eran el fotógrafo húngaro-alemán Guillermo Kahlo y Matilde Calderón, oriunda de Oaxaca, una de las regiones mexicanas que devino en inspiración para la vistosa y singular indumentaria que disimuló su limitación física y expresó su personalidad y temperamento.
Cada aniversario de su nacimiento o muerte es excusa para rememorar los trágicos momentos de su infancia y adolescencia, su trabajo artístico, su compromiso político y emancipador como mujer, y la intensa y compleja relación con su marido, Diego Rivera, con quien compartió la militancia comunista.
Marcada por la poliomielitis que sufrió a los seis años y un accidente de tránsito que a los dieciocho le fracturó el cuerpo y el alma, su obra pictórica es catalogada de surrealista, aunque ella prefería decir que era fruto de “su realidad”.
Los autorretratos, una constante en su legado, son la mejor forma de acercarse a la intimidad, los tormentos por el cuerpo adolorido, el amor, la maternidad truncada, la transgresión, la ruptura con los prejuicios y el arte popular mexicano.
Un ejercicio titánico para una mujer que comenzó a pintar desde su lecho de convaleciente y obligada a largos períodos de inmovilidad tras someterse a veintidós intervenciones quirúrgicas durante su vida.
La Casa Azul – Museo Frida Kahlo
En 2004 se descubrieron objetos y vestimenta que permanecieron ocultos por alrededor de 50 años.
Tras la muerte de Frida, Rivera pidió a su amiga, la coleccionista de arte Dolores Olmedo Patiño, que su baño personal permaneciera cerrado durante quince años, una clausura que también se extendió al baño de la recámara, una bodega, baúles y roperos.
Olmedo murió en 2002 y dos años después se encontraron 300 prendas de vestir, joyas, medicamentos y corsés y aparatos ortopédicos de Frida, además de 22.000 documentos, 6.500 fotografías, revistas, libros y dibujos.
Este legado fue expuesto públicamente con ocasión del centenario del nacimiento de Frida y el 50 de la muerte de Rivera.
Por su parte, el Museo Dolores Olmedo abrió sus puertas en 1994 y resguarda la colección más importante de las obras de Frida y Rivera, así como de grabados de Angelina Beloff, quien fue pareja sentimental del muralista mexicano.