El artista ecuatoriano Daniel Espinosa ganó el Premio Especial ARS (Art Reuse Sustantibility), del Arte Laguna Prize, con una escultura hecha con fragmentos de piezas precolombinas encontradas entre la basura.
Recolectar fragmentos de piezas precolombinas que encuentra en sus caminatas por las playas de la Costa ecuatoriana se convirtió en uno de los pasatiempos de Daniel Espinosa (Quito,1979).
Hace cinco años, este artista y gestor cultural decidió juntar estos fragmentos, jugar con su imaginación y ensamblarlos. El resultado de ese trabajo es una serie de esculturas zoomorfas que encontraron eco en Europa.
Gracias a una de estas esculturas, titulada ‘Alebrije Malhumorado’, Espinosa ganó hace unas semanas el Premio Especial ARS (Art Reuse Sustantibility), en el Arte Laguna Prize.
Como parte del premio, Espinosa recibió material de corcho para realizar una escultura que se exhibe junto a las 240 obras de los finalistas del concurso en la sede de Arte Laguna Prize, en Venecia, Italia.
Desde Göteborg, Suecia, donde vive actualmente, Espinosa cuenta, a través de una videollamada, que esta escultura titulada ‘Familia precolombina’ simboliza la cosmología ancestral andina “representada por seres antropomorfos mezclados con naturaleza y arquitectura”.
Mundo precolombino y basura
Espinosa explica que los primeros fragmentos de piezas precolombinas los encontró en la playa de San Vicente, Manabí, hace 20 años. “Los vi en medio de la basura que se acumula y me llamaron la atención por su color y textura”.
Entre los cientos de fragmentos que ha encontrado en estas dos décadas hay pedazos de figuras zoomorfas, partes de cuellos de botellas, utensilios y pequeños mullos.
Para ensamblar estas piezas creó su propio pegamento, una amalgama artesanal hecha con papel de arroz, goma blanca, tierra y agua.
En total, Espinosa ha ensamblado 36 esculturas con este pegamento. 15 se exhibieron hace dos años, en la exposición ‘Fragmentos de paso’, que montó en Mediaagua.
En esta serie, Espinosa muestra cómo lo arqueológico y lo patrimonial pueden tener otras lecturas, y t, cómo se pueden narrar tiempos modernos con una estética precolombina.
Daniel Espinosa y Pentasiete
Espinosa estudió Artes Plásticas en la Universidad San Francisco de Quito. Después de graduarse se dio cuenta de que en la ciudad existían pocos espacios para exhibir la obra de artistas emergentes.
En este contexto, junto con María Fernanda Ponce y Carolina Eguiguren, abrió Pentasiete, un espacio que durante 10 años sirvió para promocionar el trabajo de artistas jóvenes y conectar a niños y adolescentes con el arte.
Desde 2011 hasta 2019 en la galería de Pentasiete, ubicada dentro de La Tejedora, Cumbayá, se montaron 125 exposiciones, muestras en las que también se exhibió la obra de artistas de mediana y larga trayectoria.
En medio de su trabajo como gestor cultural, Espinosa continuó pintando y haciendo esculturas. Entre sus creaciones pictóricas se destaca ‘La historia contada por los que perdieron’, obras en acrílico sobre lienzo en las que retrata varias de las esculturas que hizo con vestigios precolombinos.
Con la llegada de la pandemia, Espinosa cerró Pentasiete y viajó junto con su familia a Göteborg. En esta ciudad sueca trabaja en su nueva obra, piezas en las que quiere conectar la física cuántica con los saberes de los chamanes.