¿Se le escapó a Leonardo da Vinci alguna disciplina? El ansia de conocer, investigar y dar explicación a distintos fenómenos hizo de él un hombre singular para su época.
Además de la pintura, el dibujo, la escultura y la música, aventuró su curiosidad y dejó un extraordinario legado visionario para la óptica, la astronomía, la ingeniería, la arquitectura, la geología, la geografía, la cartografía, la anatomía y la botánica.
El pincel de La Mona Lisa y La última cena perteneció a “un hombre perfeccionista que sufría el síndrome de la obra inacabada”, señala Elisa Ruiz García, experta en el estudio de los códices davincianos, al explicar que esa fue la razón por la cual dejó inconclusas muchas de sus obras, sobre todo pictóricas, mientras en los manuscritos se aprecia una constante revisión.
Una ínfima parte de lo que se calcula fue la vasta producción artística, teórica y técnica de Da Vinci llegó a buen recaudo. Unas 6.500 páginas manuscritas sobrevivieron a siglos de dispersión o desaparición.
Un puñado de pinturas autenticadas y dibujos de colecciones reales y privadas o descubiertas entre los pliegues del tiempo permiten admirar el patrimonio del artista que llevó al lienzo la sutil técnica del sfumato.
Se discute mucho sobre el significado y técnicas utilizadas en las pinturas. Un inconveniente es que en los talleres del Renacimiento no era usual estampar la autoría en los cuadros y muchas veces se gestaba una intervención colectiva entre maestros, ayudantes y aprendices.
Un caso es el del cuadro Salvator Mundi, el más caro en la historia del arte tras ser vendido por 450,3 millones de dólares en una subasta en 2017.
Se especula que no es una creación 100% del pintor renacentista sino una producción de su taller.
¿Cómo era físicamente Da Vinci? Es otra incógnita que ocupa a historiadores y expertos de arte. El autorretrato más conocido es el que Leonardo dejó en herencia a su discípulo Francesco Melzi. Ese dibujo se conserva en la Biblioteca Real de Turín y por motivos de preservación rara vez se exhibe al público.
Otro es la pintura Tavola Lucana descubierta hace una década por el historiador italiano Nicola Barbatelli y que es fuente de controversia entre opiniones a favor y en contra de su autenticidad.
Francia, la última morada de Da Vinci
Leonardo Da Vinci nació el 15 de abril de 1452 en Vinci, una villa de la provincia de Florencia en la Toscana italiana, y murió el 2 de mayo de 1519 en el castillo de Clos Lucé, en Francia, donde vivió los tres últimos años de su vida como “pintor, arquitecto e ingeniero” del rey Francisco I.
Muy cerca de allí, en la capilla del castillo de Amboise, reposan los restos de quien fue ilustre huésped renacentista en el valle del Loira.
Entre los trabajos de Da Vinci que atestiguan su genialidad:
Italia
- La última cena, iglesia y convento de Santa Maria delle Grazie, Milán.
- La Anunciación, Galería de los Uffizi, Florencia.
- San Jerónimo, Museos Vaticanos.
- Hombre de Vitruvio, Galería de la Academia, Venecia.
Francia
Museo del Louvre, París:
- Mona Lisa.
- Santa Ana, la Virgen María y el niño Jesús.
- San Juan Bautista.
Reino Unido
- La Virgen de las rocas, National Gallery, Londres.
- Códice arundel, Biblioteca Británica, Londres.
España
Códices Madrid I y II, Biblioteca Nacional de España, Madrid.