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Cristina Muñoz propone bioplásticos como arte sostenible

La multifacética diseñadora ecuatoriana Cristina Muñoz Hidalgo (Quito, 12 abril 1983) viene de una familia de comunicadores. Su vida es el diseño en su totalidad. Sin dejar de lado la exploración dentro del arte y lo gráfico.

Ella posee dos maestrías: Diseño Interactivo en la Goldsmiths University of London e Investigación para el Diseño y la Innovación en Elisava Escuela de Diseño e Ingeniería de Barcelona, España.

Tras una larga experiencia académica y laboral en diseño aplicado, packaging y branding; en 2015 empezó un nuevo desafío, al centrase en biomateriales.

Desde 2018, ella ha investigado sobre cómo desarrollar diseños sostenibles y biología aplicada a estos nuevos materiales denominados bioplásticos, que puedan utilizarse en la vida cotidiana.

De acuerdo a ‘NEOMA. Diccionario de neologismos del español actual’, un bioplástico es “un plástico derivado de sustancias vegetales biodegradables como la soja o la fécula de patata”.

‘Es Fantástico’ es una exposición artística que representa los resultados de más de cuatro años de experimentación de esta diseñadora con desechos agroindustriales y domésticos, para convertirlos una vez más en objetos útiles. Bioplásticos en múltiples usos.

Cristina Muñoz bioplásticos
La obra ‘agujeros negros’ de Cristina Muñoz. Es un termofomado de bioplásticos que propone nuevas posibilidades de objetos estéticos. Foto: Víctor Vergara

Revista Mundo Diners conversó con Cristina Muñoz durante su primera exhibición individual artística. Ella define su trabajo y las consideraciones científicas que conllevaron a esta muestra, que estará disponible en las instalaciones del Centro de Arte Contemporáneo (CAC) en Quito hasta el 26 de marzo de 2022.

“Hoy es una muestra, que en realidad es un proceso lo que hemos hecho ahora y que seguimos haciendo. ‘Es Fantástico’ alude con ironía a que supuestamente todo está bien, y no lo está. La vida así no es sostenible y necesitamos cuestionarnos sobre eso”, recalca Muñoz.


La labor académica de Cristina es multidisciplinaria: diseño, investigación y docencia. Su enfoque permanente consiste en crear, en constante colaboración junto a colegas, colaboradores y alumnos.

La exhibición propone materias primas de gran potencial, que comenzaron en pequeñas cajas de petri hasta llevarlas a grandes escalas . Ella efectuó su indagación artística en colaboración con el ingeniero-químico José Francisco Álvarez, bajo la curaduría del artista multimedios Paúl Rosero Contreras.

“Necesitamos que esta investigación sea visible, para que la gente vea que hay otras alternativas. Esto no es un futuro cercano, pero ya se está moldeando ahora, eso es lo importante. Ahora empezamos a volcarlo al arte, junto a Paúl Rosero C.”.

Esta particular propuesta es simplemente una bofetada imaginaria en la cara de todos los espectadores que se atreven a adentrarse en ella. Darse cuenta de las posibilidades de este versátil material abre la consciencia colectiva para autocuestionarse el actual uso excesivo de plásticos y otros derivados del petróleo.

Prendas de vestir comestibles, empaques de un solo uso, piezas artísticas y objetos estéticos moldeados y elaborados a base de almidón de yuca, pectina (fibras naturales de plantas o frutas), restos de frutas y glicerinas nos propone la diseñadora, quien también ejerce como profesora en Diseño Comunicacional en la Universidad San Francisco de Quito.

Cristina hace un llamado urgente para que la sociedad, la academia, gobiernos locales y autoridades nacionales conozcan e impulsen estas nuevas alternativas, aún en investigación.

“Es importante hablar de iniciativas públicas, que apoyen estas investigaciones. Poder brindar esta opción, pero que aún es lejana. Esto implica un cambio de visión”.

¿Es factible adaptar nuestra cotidianidad al sabio metabolismo de lo natural? Mientras se consigue respuesta a esta pregunta, Cristina Muñoz forma parte activa de la revolución científica ecuatoriana, que nos dirige hacia un terreno aún por explorar del reuso de desechos orgánicos y biológicos.

Incluso, nos comparte su receta casera para preparación de bioplásticos:

A base de: residuos de café

Aglutinante: gelatina

Plastificante: glicerina

Ingredientes:

10 gr de café
25 gr de gelatina
125 ml de agua
2 mil de glicerina

Preparación:

En 125 mil de agua fría, agregar paulatinamente los 25 gr de gelatina, mientras es mezclada hasta tener una consistencia gelatinosa. Calentar a 200 °C hasta que la gelatina se disuelva.

Una vez disuelta, mantener la gelatina en una temperatura estable para evitar que se haga gel. Agregar a la mezcla 10 gr de residuo de café seco y mezclar. Colocar la mezcla en un molde a elección. Dejar secar por tres horas en el horno a 45 °C. Dejar enfriar. Desmoldar.


Por Víctor Vergara

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