El museo más inusual y el primero en su clase sobre el cuerpo humano se encuentra en Países Bajos, llamado ‘Corpus’. La forma de un cuerpo gigante en su fachada sorprende a los visitantes que se aproximan por la autopista A44, a unos 30 minutos de Ámsterdam.
Un viaje único dentro del cuerpo humano. Un enorme corazón late en la zona del pecho, el cerebro muestra su funcionamiento en la cabeza; y en otros órganos como riñones, hígado, pulmones o estómago.
Las instalaciones de Corpus se encuentran en la ciudad de Oegstgeest (cerca de Leiden) y fue inaugurado en el año 2008. Su construcción llevó un año, con un costo de $27 millones.
El creador del museo Corpus es el empresario Henri Remmers. Se le ocurrió la idea de un cuerpo gigante durante una visita a una exposición en Orlando, Estados Unidos. Allí vio a una mujer embarazada con un vientre transparente que contenía un bebé. Remmers quería algo similar, pero a una escala mucho mayor.
“Esta mentalidad orientada al futuro significa que tanto nuestros visitantes como nuestros clientes continúan sorprendiéndose con las muestras inspiradoras y creativas desarrolladas junto con nuestros socios”, indica el museo en su página web.
Las siguientes fotografías fueron otorgadas a Revista Mundo Diners como cortesía de parte del museo:
El tour comienza por un descenso dentro de una de las piernas gigantes, donde se muestra una herida abierta. Una vez dentro, los turistas contemplan una exhibición que expone lo que ocurre cuando una astilla penetra la piel.
Luego, se puede disfrutar del ‘teatro útero’, donde animaciones proyectan las carreras de los espermatozoides hacia un óvulo. A través de gafas virtuales, los presentes son testigos del proceso mágico de la creación de la vida. Una vez terminado este evento, los asientos se elevan hasta un piso superior donde se despliegan animaciones adicionales sobre cómo funcionan los intestinos.
Similares salas muestran de forma lúdica el funcionamiento del corazón, pulmones, la boca, la nariz y los oídos. Incluso, los niños pueden saltar sobre una lengua gigante.
Entre los juegos interactivos, existe un espacio donde varios jugadores pueden intentar eliminar bacterias de un torrente sanguíneo en una enorme pantalla. En otro lugar, se pueden usar máquinas para monitorear el corazón mientras se ejecuta un ejercicio físico o medirse la presión sanguínea.
Uno de los propósitos del museo consiste en enseñar cómo afecta de forma positiva al cuerpo humano una buena alimentación y un estilo de vida sano. Todas las salas están hechas de fibras de vidrio, colores muy realísticos, sonidos envolventes y última tecnología 3D.
Muchas preguntas como ‘¿Por qué dormimos?’, ‘¿Qué pasa cuando estornudas?’, ‘¿Por qué producimos saliva cuando vemos comida rápida?’ o ‘¿Cómo crece mi cabello?’ son contestadas a través del recorrido, que dura aproximadamente una hora.
En todas las exhibiciones se disponen de ocho idiomas: holandés, inglés, alemán, francés, italiano, español, chino y ruso. La edad mínima para entrar es de seis años.
Debido a las medidas de bioseguridad a consecuencia de la pandemia durante 2021, el museo reabrió sus puertas desde el 14 de enero de 2022.
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