Nueve premios consecutivos en los World Travel Awards, entre 2015 y 2023, dan crédito de la excelencia de Chile como mejor destino del turismo de aventura en el continente sudamericano.

Turismo con adrenalina
Cualquier pasatiempo de espíritu aventurero encuentra cabida en la geografía chilena, reconocida por su belleza paisajística y contrastes entre montañas, volcanes, desiertos, salares, playas, ríos, lagunas, glaciares y los cielos estrellados más despejados del planeta.
Sus escenarios naturales son óptimos para disfrutar diversas alternativas como montañismo, escalada, ciclismo de montaña, sandboard, cabalgatas, kayak, canopy, senderismo y ‘trekking’, esquí, caminatas sobre hielo, ‘surf’ y pesca deportiva.
Si lo que se quiere es subir la adrenalina, en Chile hay gran cantidad de ríos para practicar ‘rafting’ con descensos moderados y también vertiginosos que requieren experticia. Los lugares más populares son el río Maipo, en la zona central del país, y el río Futaleufú, enclavado en un poderoso paisaje austral y considerado uno de los más desafiantes y rápidos del mundo.
Chile por aire y tierra
Otra actividad para turistas intrépidos son los deportes aéreos. “El parapente se ha convertido en uno de los deportes de aventura más destacados no solo por las fantásticas vistas que brinda desde las alturas, sino también por la inolvidable sensación de libertad que ofrece el flotar en el aire”, señala el operador turístico VisitChile.com.
De otro lado, el turismo de montaña es un potencial en plena expansión que aprovecha alrededor de cuatro mil kilómetros de elevaciones y cumbres que superan los seis mil metros de altura sobre el nivel del mar. En casi todas las regiones del país hay condiciones geográficas para hacer montañismo, pero la altura desciende en la medida que se viaja hacia la Patagonia.
Los sitios idóneos se encuentran en Parinacota, Ojos del Salado y Llullaillaco (en el norte); Aconcagua, Tupungato, Volcán San José, La Paloma, El Altar, El Plomo y El Morado (centro), Volcanes Villarrica, Osorno, Lanín y Llaima, Torres del Paine y Cerro Fritz Roy (sur).
El manto blanco de la cordillera de los Andes acapara la afluencia para realizar deportes de invierno: esquí y ‘snowboard’ (deslizamiento en una tabla por una pendiente nevada).
En las estaciones Valle Nevado (31 km para deslizarse sobre la nieve), La Parva (38 km) y El Colorado (40 km) se encuentran las pistas de esquí más populares y están dotadas de servicios de hospedaje, entretenimiento, gastronomía y escuelas de aprendizaje.
En cuanto a los deportes acuáticos, además del paraíso marino que ofrece el buceo en aguas del Pacífico, el ‘surf’ tiene fama mundial con sensacionales olas y tubos en playas de Arica, en el norte, que goza de aguas cálidas durante buena parte del año, y de Punta de Lobos, en la zona central, donde se celebran competencias internacionales.
Cada región de Chile tiene su encanto
Arica y Parinacota: playas y parques nacionales.
Tarapacá: deportes extremos en el litoral o en el desierto.
Antofagasta: salares y cielos despejados para la observación de estrellas.
Atacama: ‘trekking’, ciclismo de montaña y la ‘ruta de los seismiles’ con más de quince cumbres.
Coquimbo: deportes náuticos y parapente.
Valparaíso: balnearios, excursionismo, senderismo, cabalgatas, escalada en roca y ‘surf’.
Santiago: estaciones de esquí y reservas naturales.
Libertador General Bernardo O’Higgins: deportes acuáticos.
Maule: senderismo, montañismo y cabalgatas.
Ñuble: canopy, ‘rafting’, esquí y ciclismo.
Biobío: ‘rafting’, ciclismo, canopy y escalada.
La Araucanía: rutas turísticas en bosques, lagos, ríos y parajes de origen volcánico.
Los Ríos: senderismo y montañismo.
Los Lagos: naturaleza prístina en el archipiélago de Chiloé y el lago Llanquihue.
Aysén: ‘trekking’, ‘rafting’, kayak y rutas por campos de hielo.
Magallanes y Antártica: glaciares y áreas protegidas.