@anamacorrea75
Son los últimos días del año. Estoy en una playa más o menos desértica y puedo caminar por kilómetros sin interrupción. Voy por la misma playa, escucho la música de ayer, pero el agua que viene con la marea no es la misma. En este transitar de feriado, el agua de mar es quizá lo único que realmente cambia, pues el ir y venir de la marea renueva el agua. Yo soy la misma, mis pensamientos son recurrentes —hasta obsesivos—. Son los últimos días del año 2022 y toda clase de ideas me pueblan a propósito de que estamos en plena época de “decretar” cambios o “manifestar” propósitos, en definitiva, parir una nueva vida en todo el sentido de la palabra, o al menos eso es lo que la cultura de positividad tóxica nos quiere vender.

Los marqueteros
Hace unos años en los albores de la nueva era, había unos pocos profetas que vendían sus biblias de renacimiento en las libreras. Poco a poco, empezaron a convertirse en best sellers y esta nueva visión de la sanación ultralight se volvió popular.
Luego llegó la era de Instagram y TikTok y el mundo new age de la autoayuda explotó. Ya no eran unos pocos iluminados que vendían libros, sino hordas de influencers que empezaron a difundir el recetario.
Ahora se encuentran en todas partes. No tienes que ser un gurú, tampoco haber estudiado Psicología quemando pestañas por años, ni siquiera haber hecho tú mismo un trabajo profundo y disciplinado de terapia personal —pues, además, los seguidores parecen no inmutarse por las credenciales válidas para el trabajo—, sino que basta con que tengas la plataforma, un buen número de seguidores y haber leído unos pocos de estos libros para hacerles un “recalentado” y estar listo para vender tu receta mágica a través de las redes.
El plato listo se ve más o menos así: “crea tu 2023 soñado”, “sana tu niño interior y encuentra la felicidad”, “vive en conciencia” “decreta tu nueva realidad” y así ad infinitum.
La salud mental
Desde hace varios años vivimos un fenómeno paradójico: existe cada vez más conciencia sobre los problemas de salud mental, sabemos que estos vienen en gran medida como producto del sistema en el que vivimos y las presiones al que este nos somete y al mismo tiempo nos inunda el mantra del nuevo milenio: ¡decrétalo, todo depende de ti!
Después de la pandemia la depresión y la ansiedad están a la orden del día. Es común sobre todo entre adolescentes, para quienes el encierro y la desconexión real tuvo severas consecuencias presentes y futuras.
Un problema real
Llegó 2023 y seguimos iguales. Algunos llenarán sus diarios, manifestarán un universo distinto, y otros, sumidos en depresiones y ansiedades reales terminarán peor. No solo eso, se recriminarán porque lo intentaron sin éxito, porque no, no todo “depende de ti”. ¿Cuánto daño nos está haciendo la cultura de la positividad? Es hora de decirlo: quizá el propósito para 2023 sea dejar la positividad tóxica, y abrazar el trabajo duro y comprometido con nosotros mismos.
Autoayuda, salud mental, positividad tóxica Estamos sumidos en la cultura de la positividad tóxica. ¿No será de establecer como objetivo el liberarnos de ella y trabajar en nosotros mismos.
Autoayuda, salud mental, positividad tóxica
Estamos sumidos en la cultura de la positividad tóxica. ¿No será de establecer como objetivo el liberarnos de ella y trabajar en nosotros mismos de manera disciplinada?
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