Jungle Cruise narra sobre la mítica leyenda acerca de la existencia de un árbol con poderes curativos en las entrañas de la Amazonía.
La doctora en botánica Lily Houghton (Emily Blunt) se aventura a su búsqueda con la ayuda de Frank Wolff (Dwayne Johnson), un cartógrafo misterioso envuelto en aires de jocoso cinismo y que estafa a turistas en recorridos fluviales.
Ciegamente convencida de que el árbol existe, Lily convence a Frank para encontrar esta intrigante planta.

La cinta hace alusión a un enfrentamiento siglos atrás entre conquistadores y la tribu Puka Michuna. La codicia del español Don Aguirre de poder encontrar ese árbol le inflama de ira y traiciona a los indígenas. Una maldición recae sobre su ser para dejarlo preso eternamente en las riberas del Amazonas.
De vuelta a principios del siglo XX, Frank guía en su destartalado bote a vapor a Lily y a su hermano McGregor con su tenacidad y humor espontáneo. A este punto, se vuelve irresistible no encontrar similitudes con las travesías de las sagas ‘Piratas del Caribe’ y ‘La Momia’. En este caso, Brasil es el escenario.
El arranque del largometraje es un poco forzado, para meter en un solo envase a los personajes, su innegable química, continuos efectos especiales y, de nuevo, el humor en picaditas de Frank. Un antagonista inicial se presenta como Joachim, un casi absurdo personaje que persigue a la dupla en un submarino alemán.
Una pieza arqueológica en forma de punta de flecha se convertirá en la razón para formar una gran pugna entre Lily, Frank, Mcgregor, alemanes y españoles malditos para desentrañar los poderes del árbol ancestral.
Lo técnico de Jungle Cruise
Jaume Collet-Serra dirigió Jungle Cruise. En esta ocasión, dio un inesperado giro de timón en su carrera, al cruzarse desde el género de suspenso a la aventura, luego de dirigir películas inquietantes y de terror como ‘La Casa de Cera’ (2005) y ‘La Huérfana’ (2009).
Los numerosos cortes de cámara, escenas de acción y alocadas acrobacias de Frank y Lily podrían desorientar a los espectadores en ciertos momentos.
Aunque esto no le quita para nada razones para disfrutar de este peli familiar; mucho más por sus $200 millones de presupuesto. Por supuesto, el abuso del CGI (imagen generada por computadora) es morbosamente notorio. Así es Jungle Cruise.
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