Dirección: Av. González Suárez
Sector: Floresta
Arquitecto: Charles Foster McKirahan.
Año de construcción: 1958
Estilo: Moderno Internacional
Uso actual: Hotel
En 1954 la Organización de Estados Americanos designó al Ecuador como sede de la XI Conferencia Interamericana de Cancilleres, a realizarse en 1959; por motivos políticos ésta no se llevó a cabo, pero su preparación motivó un período que re-direccionó el destino arquitectónico de la ciudad de Quito.
Durante este período fue edificada una serie de obras que en un inicio debían servir de infraestructura para la conferencia.
Una de estas obras es el Hotel Turismo Quito.
En 1958 el Instituto Nacional de Previsión resolvió construir sobre las colinas de Guápulo el Hotel Turismo Quito, inaugurado el 5 de agosto de 1960.
La constructora Mena Atlas y el mencionado Instituto, contrataron para el diseño al afamado arquitecto de Ft. Lauderdale Charles Foster McKirahan (1919-1964) – quien junto a Morris Lapidus, Igor Polevitzky y Norman Giller es uno de los más reconocidos arquitectos del estilo Miami Modern (MiMo) del sur de Florida.
Arquitecto por la Universidad de Illinois, se mudó a Fort Lauderdale, formando en 1951 la sociedad Wilmer & McKirahan y su propia oficina en 1953.
El Hotel Quito es una obra única en su clase y responde a un momento en la historia a partir del cual empezaron a darse cambios radicales en el desarrollo de Quito, así como en la economía e idiosincrasia de sus habitantes.
En este sentido el hotel refleja este momento como no lo hacen sino contados ejemplos arquitectónicos de aquella época. Los sistemas aplicados para la construcción de este edificio incidieron en el desarrollo de la construcción a gran escala en todo el país.
La excelente factura de la obra, a cargo del reconocido arquitecto Oswaldo de la Torre como Director de Obra, ha permitido a la edificación perdurar durante décadas en muy buen estado.
La parte fundamental en la concepción de este proyecto es su integración al paisaje circundante, y en ese aspecto la interpretación del edificio como lectura de la topografía no es gratuito: el hotel moderno de postguerra viene a representar la nueva presencia internacional en la ciudad.
En este sentido, si bien la arquitectura del hotel es del imperante Estilo Internacional, a escala urbana ésta se adapta al medio que la rodea. De esta manera, el hotel moderno conversa con el paisaje, generando un ícono que refleja el diálogo entre lo insertado y lo local.

La ciudad debe preservar patrimonio arquitectónico para que podamos entender la condición de relaciones sociales, políticas e históricas y para generar una condición de futuro. Siempre será temerario intervenir en el patrimonio por el peligro de intervenir en la comprensión de estas relaciones.
Este artículo es publicado en colaboración con el Museo Archivo de Arquitectura del Ecuador (MAE) , a propósito de sus 60 años de aniversario.