Por Víctor Vergara

En una extensa conferencia se enumeraron todos los detalles de la exposición ‘Historia del Museo del Prado y sus edificios’, que ofreció el más famoso museo español, que alberga más de nueve mil pinturas y ocho mil dibujos, entre los que destacan las piezas magistrales de Diego Velásquez, El Greco y Francisco José de Goya.

Más de 200 años de historia de la primera institución de cultura española se explicaron de la mano del director de Inmuebles y Medio Natural del Patrimonio Nacional de España, Víctor Cageao.

“El Museo Nacional del Prado merecía una exposición que hable de su historia. El museo se asentó en un edificio que había sido creado para otros fines: un Gabinete de historia natural y una academia de ciencias naturales. A partir de allí, en sus más de 200 años de historia ha ido cambiando, que merece una reflexión”, cuenta Cageao.

Todos los acontecimientos históricos que desde el siglo XVII se desarrollaron en España, han estado relacionados de alguna manera con el Museo del Prado: desde la Vuelta de Fernando VII, el reinado de Isabel II, la pérdida de las colonias, la guerra civil, las dictaduras y la transción a las democracias.

Un acierto cultural de Fernando VII

El  19 de noviembre de 1819 se abrieron las puertas del Real Museo de Pintura y Escultura. En esa jornada, se colgaron en sus salas unas 311 obras, todas de pintores españoles. 

La estructura elegida por Fernando VII para albergar el Real Museo fue ideal por su tamaño, ubicación y majestuosidad. Sin embargo, se encontraba deteriorado tras la Guerra de la Independencia. La rehabilitación del edificio fue encargada al arquitecto Antonio López Aguado.

Para la inauguración de noviembre de 1819 se restauraron solo los tres salones que flanqueaban la rotonda de la planta principal, con acceso desde la rampa norte. 

Posteriormente, López Aguado comenzó la auténtica restauración, centrada hasta 1826 en la Galería Central.

Posteriormente, los trabajos de restauración se realizaron en la planta inferior, que, con acceso por el sur, fue habilitada para la exposición de escultura. De esta manera, se configuraron los diferentes pisos para diversas exposiciones.

Visitantes observan Las meninas en el Museo del Prado en Madrid, España. Foto: Shutterstock

Finalizadas las restauraciones cerca de 1830, el escultor Ramón Barba creó 16 medallones con efigies de artistas para la fachada del paseo del Prado.

En ese momento, el Real Museo se consideró como un monumento urbano, parte de Madrid. Aunque a la muerte de Fernando VII en 1833 se especuló con la desaparición del Real Museo, en 1844 se determinó su permanencia en la Corona, como una dependencia de la Real Casa.

A finales del siglo XIX, el museo se convirtió en una institución totalmente pública y moderna, con reconocimiento internaiconal.

En las primeras décadas del siglo XX, el Prado era ya una institución de Estado. Con el personal debidamente calificado y profesional, el museo del Prado asumió las decisiones técnicas y científicas, que se discutían en las sesiones del Real Patronato, creado en 1912.

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