Por Paulina Rodríguez.
Edición 428 – enero 2018.
Si algún corrupto tiene esa sensación, también al expresar lo que siente está cometiendo dolo, no solo porque falta la preposición de antes de la conjunción que, sino porque es mentira. Lo correcto es ser honesto, siquiera en su monólogo interior, y decir: “Me da la sensación de que robé”, por la inserción de la preposición de y por haber quitado el no (adverbio de negación).
El Diccionario de la lengua española (DLE) señala:
queísmo
1. m. Gram. Uso, normativamente censurado, de la conjunción que, en lugar de la secuencia de que, como expresión introductora de ciertos complementos oracionales; p. ej., Me da la sensación que no han venido en lugar de Me da la sensación de que no han venido.
Así como los corruptos incurren en el dequeísmo y en la mentira, no pocos cometen este otro pecado: el queísmo, que es omitir el uso de la preposición de antes de que, como se pormenoriza a continuación:
Algunos enunciados no solo admiten la preposición de, sino que la necesitan cuando va con estos verbos: acordarse de que, alegrarse de que, arrepentirse de que, olvidarse de que, preocuparse de que, convencer de que, tratar de que, tener miedo de que, tener vergüenza de que. O en las locuciones verbales: caer en cuenta de que, darse cuenta DE QUE.
También con sustantivos y adjetivos que necesitan un complemento: a condición de que, con ganas de que, seguro de que, convencido DE QUE.
En locuciones como a pesar de que, a fin de que, en caso de que, hasta el punto de que, antes de que, después de que, con tal DE QUE.
Quedan libres de esta obligación al usar los verbos advertir, avisar, cuidar, dudar e informar.
Como en las cuentas alegres, también en el queísmo podemos usar un truco, pero sin caer en desgracia: poner “eso” o “de eso” en lugar de la proposición que se inicia con que o con DE QUE.
Ejemplos:
• “Glas se enteró de que Correa no lo visitará en la cárcel”.
No podemos decir: “Glas se enteró eso”, sino: “Glas se enteró de eso”… “Y lloró”.
• “Correa recién se percató de que conocía el poliducto Pascuales-Cuenca”.
No podemos decir: “Correa se percató eso”, sino: “Correa se percató de eso”. “Y no lloró”.
• “Los ecuatorianos no nos olvidamos de que los corruptos deben pagar”.
No podemos decir: “Los ecuatorianos no nos olvidamos eso”, sino: “Los ecuatorianos no nos olvidamos de eso”.
El queísmo como el correísmo se pueden curar, solo hay que ser conscientes de cómo usamos la lengua y la memoria.
Fuentes: DLE, fundéu BBVA, Susana Cordero de Espinosa y Manuel Corrales Pascual: ¡maravillosos maestros!