Manchester junto al mar o lo que no tiene perdón.

Por Gonzalo Maldonado Albán.

Edición 451 – diciembre 2019.

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Lee Chandler destapa escusados anegados de excremento, recoge la basura de los inquilinos en invierno y repara con las manos lo que alguien más ha roto. Duerme en el catre de un sótano semioscuro y, cuando no trabaja como conserje de un edificio en Boston, se refugia en un bar a tomar cerveza silenciosamente.

Pero la vida de este personaje (protagonizado por Casey Affleck) no siempre fue así. Antes, la vida de Lee era luminosa: tenía una esposa, dos hijas preciosas y un barco de pesca con el que se ganaba la vida en Manchester, un pueblo de Massachusetts a orillas del Atlántico.
Lee solía invitar a sus amigos a jugar ping-pong en su casa. Usualmente había cerveza y un porrito de marihuana para alegrar la noche. Pero al final de una de aquellas reuniones, cuando todos sus amigos se habían ido, Lee decidió comprar víveres en el supermercado. A su regreso encontró su casa en llamas y se enteró de que sus dos hijas habían muerto, tragadas por el fuego. Tal vez confundido por el alcohol y la marihuana, Lee olvidó poner la malla de la chimenea. Una chispa saltó al piso provocando que la casa de madera de los Chandler ardiera como un fósforo.

El matrimonio de Lee se rompe y él decide purgar sus penas en Boston, ejerciendo el peor oficio que pudo encontrar. Pero ahora debe volver a Manchester para hacerse cargo de su sobrino Patrick, hijo de su hermano Joe, quien acaba de morir. Vuelve a regañadientes a su antiguo pueblo, donde es recibido con una mezcla de recelo y de cariño.

Lee tiene una oportunidad de rehacer su vida. Patrick es un chico noble e inteligente que se preocupa genuinamente por su tío. Los mejores momentos los viven en el mar, cuando salen de paseo en el bote de la familia. Patrick también intenta conseguir una novia para su tío Lee. Incluso la exesposa de Lee —ahora casada en segundas nupcias y madre de un bebé— se acerca a él para decirle que la vida sigue y es necesario perdonarse.

Los gestos de Lee trasuntan que tal vez quiera hacerlo; que tal vez esté dispuesto a darse una segunda oportunidad. La redención está a la vuelta de la esquina, de la mano de su sobrino y junto al mar, donde nació y se crio.

Pero no. En una escena aterradora, Lee sueña que habla con sus hijas. Las mira, las extraña. Sabe que no podrá estar con ellas. Queda claro que el protagonista ha decidido que no se dará una nueva oportunidad. Lee cree que su falta es demasiado grande y que no merece ser redimido.

Es que hay cosas que simplemente no pueden perdonarse.

Firma--GOnzalo--2Los Óscares de Manchester

Dirigida por Kenneth Lonergan y protagonizada por Casey Affleck, hermano del famoso Ben. La película ganó dos Óscares: al mejor guion original y al mejor actor principal. También fue nominada a cuatro Globos de Oro. Es considerada una de las mejores películas norteamericanas de la última década.

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